Texto: Manuel Urquieta
La selección boliviana sub-23 terminó de manera prematura su participación en el torneo preolímpico sub-23 realizado en Colombia y que brindaba dos cupos directos a la Olimpiadas de Tokio 2020.
Lo que para muchos comenzó como un torneo sin importancia terminó siendo una demostración de que los procesos no nacen en la selección sino en los clubes. A diferencia de competencias anteriores, esta versión tuvo a un grupo de seleccionados con mucha experiencia en nuestro torneo profesional.
Si bien faltaron muchos elementos por diferentes motivos (desde lesiones hasta discrepancias con su entrenador o club), Bolivia tuvo una gran presentación estando a solo 2 minutos de eliminar a Uruguay por gol diferencia.
EL FRUTO DE LA SUB-20
No hay punto de discusión. La camada de juveniles que alimentó a esta renovada selección boliviana se formó gracias a la incorporación de un sub-20 obligatorio en cada partido del torneo local.
Desde 2018, más de 50 jóvenes debutaron en la división mayor de nuestro torneo local y muchos se ganaron la titularidad a punta de sacrificio y buenas participaciones. Con el paso de los partidos, jugadores como Rubén Cordano, Ramiro Vaca o Franz Gonzáles se hicieron inamovibles en sus clubes llegando a jugar partidos completos.
Esta renovación paulatina de jóvenes valores tuvo la fortuna de tener un amplio ramillete de posibilidades en varios puestos. A diferencia de otros años, aparecieron jugadores en todas las posiciones y no solo en los laterales, como a finales de los años 90.
Fue así que muchas glorias pasadas del fútbol tuvieron que ceder su puesto a jugadores que en muchos casos debutaron con 16 o 17 años, llegando a sus 18 con la experiencia propia de un jugador veterano.
UN CAMBIO DE MENTALIDAD
Cuando uno veía los anteriores torneos sub-23, lo primero que notaba (además de la diferencia técnica) era la timidez con la que el jugador boliviano encaraba cada partido.
Cada salida al extranjero significaba un ramillete de oraciones para que los goles no lleguen por mayor, esto debido a que nuestros jóvenes en el pasado no tenían el roce con jugadores veteranos en competencias oficiales. Muchos de ellos eran convocados de equipos en formación o escuelas deportivas sin siquiera haber pisado un partido profesional.
Por el contrario, potencias como Argentina, Brasil o Colombia ya tenían un sistema de promoción de talentos en sus ligas locales, por lo que muchos de sus elementos ya cargaban con 100 partidos profesionales en sus espaldas.
Esta diferencia de realidades se reflejaba en la mentalidad con la que el boliviano iba a marcar a sus rivales. Fuera de la diferencia de técnica o táctica, muchas goleadas recibidas tuvieron su nacimiento en la superioridad mental y la madurez con la que el resto encaraba sus partidos.
Si algo se debe aplaudir en el actual cuerpo técnico de la selección, es el hecho de que logró demostrar a nuestros juveniles que los rivales son tan humanos como nosotros, y que, con trabajo, esfuerzo y concentración, ningún rival es difícil de vencer.
IDENTIDAD PARA COPAS MÁS GRANDES
Por muchos años, la selección boliviana ha estado buscando un estilo de juego que la identifique al igual que la garra charrua, el ‘jogo bonito’ brasileño o la magia y picardía argentina.
Dejando de lado la manera como Bolivia quedó fuera de la competición, lo que deja el pre olímpico sub-23 es una base de jugadores que de seguro serán la columna de una nueva “Verde” en las eliminatorias.Pese a su notoria diferencia de biotipo con el resto de las selecciones, la ‘nueva Bolivia’ demostró un juego ordenado, conjunto y sincronizado en sus tres sectores, logrando palear las diferencias físicas con trabajo de equipo y superioridad numérica.
MINUTOS DE JUEGO PREOLÍMPICO SUB 23
1 Rubén Cordano 360
2 Sebastián Reyes 360
4 Jairo Quinteros 360
17 Beto Fernández 351
6 ABustamante 300
8 Moises Villarroel 290
5 José M. Carrasco 270
19 Víctor Abrego 255
10 Henry Vaca 261
15 Rodrigo Cabrera 180
7 John García 175
14 Franz Gonzáles 174
11 Bruno Miranda 167
21 Héctor Sánchez 114
18 Fernando Saldías 33
22 Layonel Figueroa 21
13 Moisés Calero 9