Hace poco más de un mes, el fútbol profesional volvía en el país tras varios meses del parón provocado por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, la nueva normalidad en el deporte rey acontece, cuando menos, extraña, muy extraña.
La no presencia de público en los partidos del torneo Apertura complicará la viabilidad de algunos de los clubes, que analizan ya las diferentes opciones para paliar su fuerte y tremenda caída de ingresos. Estas alter-nativas pasan por reducir el presupuesto y rebajar el salario a sus jugadores.
Antes del coronavirus, ya se presentaron dificultades en muchos de los 14 clubes, situación difícil que venía de años históricos. Iliquidez, insolvencias y algunos que tienen conminatorias de FIFA para pagar a jugadores y DTs que se marcharon del país.
Después de una época convulsa volvió la televisión, que se convirtió en la fuente de financiación más importante, vital para los clubes «chicos» que tienen menos acceso a grandes contratos publicitarios, aquí la TV ya salvó a algunos clubes.
La otra fuente de financiación de los equipos de fútbol está ligada a la venta de abonos anuales, aunque no siempre jugoso, es-te ingreso también fue paralizado por la pandemia. De hecho, hay muchos clubes que están dificultados por la posibilidad de devolver o pactar con sus abonados parte correspondiente a los partidos que no puedan disfrutar en los estadios.
La otra fuente de ingresos ligada a los patrocinios está debilitada. Muchas empresas cortaron sus contratos al quedar cerrados o reducidos en sus negocios, los expertos apuntan a que barajan presupuestos de hasta el 30%.
Sobre los fichajes, los expertos apuntan a que los jugadores han perdido entre el 30 y el 40% de su valor en el mercado. La realidad es que va a haber muchísimas menos transferencias porque los ingresos de los clubes se verán mermados y se volverán más conservadores en sus gastos de plantilla. Los expertos insisten en que los salarios de los jugadores consumen el 70% del presupuesto de los clubes. Por eso es fundamental negociar y flexibilizar los contratos de los jugadores.
Si no se recuperan los aforos, ni los patrocinios, ni se renegocian los sueldos de los futbolistas, los clubes van a estar en una posición muy complicada y habrá muchas difíciles situaciones para arrancar la actividad en la temporada 2021, cuando las exigencias de Conmebol son mayores para todos los clubes profesionales.
EN BOLIVIA:
SUDAFRICANOS ENCUENTRAN EL PARAÍSO
PAREJA AFRICANA LLEGÓ MONTADA EN SUS MOTOS CON LA PANDEMIA AL PAÍS Y SE ENAMORARÓ DE LAS MARAVILLAS DE BOLIVIA. DISFRUTA-RON OCHO MESES DE NUESTRA GENTE Y SUS COSTUMBRES.
MICHNUS Y ELSEBIE OLIVIER son una pareja sudafricana que viaja por el mundo en sus motos DR650. Llevan más de diez años en la carretera y actualmente, están en Bolivia.
Unieron África, Europa y América montados en sus máquinas Suzuki. El de 51 años, ella de 48, disfrutan del viaje, del paisaje, de la comida y de su libertad. Los encon-tramos en La Paz.
«El viaje es un placer, nos gusta tanto Bolivia que queremos pasar Navidad en Villa Abecia», dice la esposa que quedó maravillada con los paisajes bolivianos, que hasta se siente en el paraíso.
Ingresaron por Paraguay llegando a Villamontes, pasando por Tarija, Tupiza, laguna Colorada, Uyuni y Sucre hasta que los atrapó la cuarentena por la covid-19.
Michnus Olivier, el esposo, cuenta que volvieron a Uyuni y acamparon allí en tiempo seco y disfrutaron cada noche de las estrellas y el panorama infinito.
UYUNI
«El Salar es la llanura de sal más grande del mundo que conocí, es 100 veces más grande que las salinas de Bonneville en Estados Unidos. El Parque Nacional Salar de Uyuni en Bolivia mide 10.582 kilómetros cuadrados. Hay aproximadamente 35 islas en el salar, incluida la increíble isla Inca Huasi, que se traduce como «casa de los incas», les cuenta él a sus lectores de la web pika pika overland.com, donde escribe y sube fotos de los sitios que llenan sus retinas y lo dejan maravillado.
Esta pareja viajera, se conoció en una fiesta en México por medio del hermano de Elsebie, amigo de Michnus. Se casaron en los siguientes seis meses y desde enton-ces se montaron a sus motos y recorren carreteras de todo el mundo. «Familia, no.… no está en nuestros pla-nes, solo viajar y viajar», dice ella, sonriendo y disfrutando del cambiante clima diario de la ciudad de La Paz, mientras transita la entrevista en la zona de Calacoto.
PAÍS MARAVILLA
Los esposos Olivier coinciden al señalar que Bolivia es maravillosa y que se debería explotar de mejor manera el turismo. Juntos gozan de las travesuras no planeadas, como esta cita con ellos y el invalorable apoyo del amigo José Luis Zavala, que nos permitió conectarnos con sus amenas traducciones.
De cada departamento o población conocida en el paseo por Bolivia, tienen gratos recuerdos de la gente que los recibió con mucho cariño.
«Me encanta el singani, el vino Oporto es riquísimo», dice ella que ya decidió volver a Sucre donde pasarán las fiestas de fin de año.
En la zona sur del país también disfrutaron del cordero al palo o la cruz. Lo cierto es que no se perdieron nada en esta pandemia.
En tantos viajes realizados por África, por Europa y América, los Olivier se quedan con éste que realizan por Bolivia. El nuevo tramo será por una carretera que va tras el Illimani para llegar a Cochabamba donde quieren probar un rico chicharrón o un pique macho.
«Comimos bien, por ejemplo, en Apolo comimos unas ricas y grandes hormigas, creo que el platillo se llama Tucu-Tuco», cuenta Elsebie y el esposo también le recuerda que en algún lugar de África comieron carne cruda.
En todo este tiempo en el país se mantuvieron bien de salud. Solo ella se lesionó de la rodilla, pero se recupero muy rápido, sorprendiendo incluso al médico que la atendió.
Esta pareja sudafricana, de carácter muy amable y extrovertida, hallaron en sus viajes en moto un estilo de vida donde disfrutan de cada momento.
Ambos montan sus máquinas Suzuki que son livianas y de fácil manejo. Eligieron las mismas por su versatilidad y no tienen ningún compromiso con la marca.
El esposo es técnico y mecánico, con el paso de los años aprendió todos los secretos de estas maquinas, complices de sus viajes.
LIBRES
«Somos libres y dueños de nuestro tiempo, estar ligados a algunas marcas nos limitaría en las actividades y estaríamos supeditados a ellos», dice Elsebie que muestra las alforjas «Turkana» de diseño propio que trabajan en su empresa y se vende a la gente que viaja en moto.
El costo de estas motos, que lo tienen ya por algunos años, cuesta entre 6.500 a 7.000 dó-lares. «Ya usadas», aclara el esposo.
Salieron de África hace dos años, estuvieron por Europa seis meses y llegaron a Bolivia, aquí pasaron todo el tiempo de cuarentena por el coronavirus.
Michnus desde Bolivia cuenta a sus lectores sobre cómo es viajar por Sudamérica, sobre la variedad de culturas, la diversidad de paisajes, cuánto hay que explorar y la facilidad de viajar.
Ya en el final del grato encuentro, la pareja rememora que viajaron por México, Estados Unidos, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay donde estuvieron entre uno a siete días, pero Bolivia, el paraíso para ellos, en complicidad con la pandemia por el coronavirus, los detuvo por más de siete meses.
«Es lo mejor que nos pudo pasar, pues conocimos muchas cosas, mucha gente y lo cierto es que estamos muy felices de estar en este país», dice la esposa, Elsebie Olivier.
….
«TENER UN ESPONSOR ES ESCLAVIZARTE»
La pareja africana realiza sus viajes por el mundo con recursos propios, y que los genera con una fábrica de implementos para «motoqueros» que tienen en su país. Dotan a los trotamundos unas alforjas de diseño propio, y atendiendo todos los requerimientos de los pilotos que viajan por el mundo.
No, no tienen esponsors o empresas que los asistan económicamente. Michnus, sostiene que «tener esponsor, es perder la libertad de movimiento y quedar presos de esas empresas. Estamos libres de estrés, al tener esposors nos convertimos en esclavos de ellos, ya que sus requerimientos nunca terminan».
El rubio motoquero africano insiste en que además los auspiciadores nunca cumplen lo que dicen, por el contrario el deportista termina siendo esclavo y con mucho compromiso.
El escribe reportajes y envía fotografías de todos los viajes para la página web pica pica overland.com y recibe un pago por ese servicio. Ello les permite trasladarse de una ciudad a otra.
Confiesa que tuvo muchas ofertas, pero el antepuso sobre todo su libertad de acción y disfrutar con su esposa las maravillas del mundo.
«Somos una pareja feliz, y partidos de un lado otro cuando se nos ocurre y nos quedamos en otros lugar donde nos sentimos cómodos y a veces queridos por la población».
EDGAR TEJERINA CASABLANCA
Es periodista deportivo y editor de la revista desde el año 2000