JOSÉ ESCALERA, TRABAJADOR DEL LLOYD AÉREO BOLIVIANO (LAB), jugó poco tiempo en Wilstermann y el hecho de haber vestido esa camiseta, hizo que la familia recopile datos, testimonios y fotografías.
«Sabemos y ratificamos que mi papá jugó en esta gran institución como es Wilstermann, para nosotros es motivo de orgullo», dice Fernando, al ver algunas fotografías, fiel testimonio de la década de los 50.
PILA O MALA PATA
Los futbolistas de esos tiempos, tenían apodos que los identificaban rápidamente. Muchas veces estos eran por caricaturizarlos o identificarlos con el lugar de origen. Y eso paso con don José Escalera.
«Recuerdo por ejemplo que mi papá tenía tres apodos, solo se las razones de uno. Lo llamaban ‘pila’, también le decían ‘paraguayo’, y era por su tez blanca y sus ojos claros, pues muchos creían que evidentemente era paraguayo», dice Fernando que no siguió los pasos de su padre, un delantero aguerrido, ya que por la contextura delgada de su cuerpo prefirió el voleibol.
Y el otro apodo, le reclamamos. «Mala pata» y no supo explicar el origen o motivo, pero afirma que en esos tiempos todos tenían apodos y era más fácil asi comunicarse entre ellos en un campo de juego.
TORNERO
«Mi padre jugó en Wilstermann porque era trabajador del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), era tornero, muy buen tornero, además muy apasionado por este deporte. Yo lo acompañé una sola vez cuando jugó en la cancha del aeropuerto», dice Fernando.
Jugó en el equipo de la casaca listada hasta colgó los ‘cachos’. «Eran de cuero, algo duros, pues él los conservaba muy bien, en ese tiempo se compraban la vestimenta. Yo veía todo el material de mi papá que lo tenía en un bolso», cuenta Fernando, hoy un empresario privado.
ARQUERO DE SELECCIÓN
Fernando se emociona al hablar de los Escalera, pues recuerda rápidamente a Jorge, su primo que llegó a ser golero de la selección nacio-nal de fútbol.
«El brillo, pues yo jugaba voleibol, mi hermano René si jugó, pero no oficialmente debido a que mi padre le condicionó a que primero era el estudio. Estudió aquí y luego se fue a la Argentina, donde jugó solo pichangas».
EN EL DEBUT
Wilstermann debuta oficialmente en mayo de 1953 en las categorías intermedias y esta temporada José Escalera integró el equipo junto a
Roberto Lureiro, Emilio Montes, Rufino Rodríguez, Jorge Salamanca, Enrique Ovando, Alberto Torrico, Carlos Solíz, Nelson Solíz, Félix Rodrí-guez y Raúl Lara.
«Guardamos como un tesoro este diploma que le dieron a mi papi en 1955 como capitán del equipo. Eso quiere decir, que tenía condiciones, que jugaba bien», sostiene orgulloso Fernando.
«Estamos orgulloso en la familia por su aporte al club, yo recuerdo poco, pero es inolvidable su pasión por el fútbol. Lucía sus cachos de cuero puro», dice Fernando Escalera, al desempolvar algunas fotografías, testimonio de sus buenos momentos que pasó por la institución que con el tiempo se convirtió en un emblema del fútbol cochabambino.
Recuerdo vagamente un partido que jugó en la cancha del aeropuerto, «lo veía venir tras los partidos con sus magulladuras, su ropa polvo-rienta
EL OSO
Ausberto García llegó y don José fue reserva, y entonces decidió dejar el fútbol.
Admitía que el popular «Oso» García era un gran jugador, pero dejó huella en el tiempo que le tocó vestir la camiseta del histórico y notable club Wilstermann.