POR MARIO ROQUE CAYOJA
Este era un domingo (26.09.21) de automovilismo para mi. Pero todo se desvaneció al conocer la muer-te de Juan Carlos Costas Salmón, querido y recor-dado amigo del periodismo deportivo. El maldito vi-rus nos arrancó a un personaje paceño.
Juan Carlos escribió el prólogo de mi libro «Memoria Tuerca 4G» y participó el 10 de octubre de 2020 de la presentación en acto que se realizó en el sur de La Paz. Recordó los años dorados del automovilismo. Me felicitó por las crónicas escritas para el libro. Días previos al evento preparado por el empresario Humberto Viscarra me reuní en su casa. Hablamos de las carreras y del periodismo digital.
Para no olvidar que Juan Carlos Costas revolucionó las transmisiones radiales de automovilismo. En su programa «A toda máquina» de Pratel relató desde un coche en movimiento el Gran Premio Nacional de 1976. El era copiloto de su cuñado Rolando Chiappe.
Juan Carlos fue el primer conductor de los espacios deportivos del Canal 7 que salió al aire en agosto de 1969.
También se destacó por ser creador de Pratel donde era relator de fútbol. Y fue el primero en trasmitir desde Europa, fue el partido Hungría-Bolivia por las eliminatorias del Mundial de 1978 en Argentina.
Precisamente en 1978 compartí con Juan Carlos vi-vencias increíbles en Buenos Aires al asistir a varios partidos del Mundial. Se convirtió en perfecto guía porque conocía muy bien la capital argentina. Esos paseos lo hicimos junto a un amigo común que era Ramiro Blacut.
Además lo acompañé como dirigente cuando él presidió el Círculo de Periodistas Deportivos de Bolivia (CPDB). Compartimos varios viajes al exterior del país. Me golpeó su muerte y no olvidaré su famosa frase: «Y el tiempo va pasando…». Ahora será junto a Dios.