Como presidenta de Independiente Petrolero, Jenny Montaño, de 37 años, ha sellado una hazaña deportiva al convertir al pequeño equipo de Sucre en campeón de la primera división. Corría el minuto 94 con 57 segundos en la Caldera del Diablo de Montero. Alejandro Medina se desplaza por la banda izquierda de la cancha de fútbol y realiza un cruce al centro del área buscando al goleador Martín Prost. Quedaban tres segundos para terminar los cinco minutos de adición que el árbitro Alvaro Campos había otorgado. El resultado parcial marcaba un 2-2 entre Independiente Petrolero y Guabi-rá.
Otros partidos en distintas ciudades se jugaban simultáneamente y, por los resultados, Independiente necesitaba un gol para ser campeón del fútbol profesional boliviano. El pase bombeado de Medina llega para el remate de Prost, que no logra impactar con fuerza el balón. El arquero Saidt Mustafá rebota el disparo y aparece el volante Juan Godoy para empujarla al fondo de la red. Es el minuto 95 con un segundo. Por una fracción de segundos, «El Matador», uno de los apodos de Independiente Petrolero, logra una hazaña sin precedente en el balompié boliviano. Tras 17 años en segunda división, consiguió el ascenso a primera y el campeonato en su primer año.
ORANDO
Al otro lado de la cancha, en medio de los aficionados, Jenny Montaño, de 37 años, seguía a Independiente con “mucho nerviosismo”. Los últimos minu-tos no podía ver el partido. Solo miraba al cielo y decía: “Señor, que sea tu voluntad”. Quizá la escuchó y la mano de Dios hizo presencia durante esa fracción de segundos en La Caldera del Diablo, como se le conoce al estadio Gilberto Parada del municipio de Montero, y le concedió el primer título en su historia al club capitalino, además de un momento que ella “no podrá olvidar nunca”.
Montaño no es solo una aficionada más. Ese memorable 13 de diciembre de 2021, vestida de rojo y blanco –los colores de su equipo–, saltando y aren-gando con la hinchada, hizo historia junto al “club de sus amores”, convirtiéndose en la primera mujer a la cabeza de un equipo profesional en obtener el máximo título liguero del fútbol masculino de Bolivia.
“Con base en el trabajo, humildad, sencillez, amor a lo que uno sabe hacer, la dedicación de los jugadores y del cuerpo técnico, el cumplimiento de los dirigentes, es este logro”, afirmó la presidente que obtuvo la primera estrella sobre el escudo de El Matador.
Sin embargo, los festejos duraron poco. Tras la llegada de Independiente a Sucre, la mañana del 14 de diciembre, en una caravana con un centenar de autos portando banderas rojiblancas desde el aeropuerto a la ciudad, una distancia de 30 kilómetros, y una recepción multitudinaria, Montaño y su equipo retornaron al trabajo por la tarde para renovar a jugadores y al cuerpo técnico antes de que termine el año.