El empresario argentino aseguró que pagó 32 millones de dólares a los principales dirigentes del fútbol sudame-ricano, entre ellos, Nicolás Leoz y Julio Grondona.
El juicio por el caso FIFA Gate, que se lleva a cabo en Nueva York, inició de forma impactante, luego de que el empresario argentino Alejandro Burzaco confesó que sobornó al grupo de “los seis de Conmebol” para que-darse con los lucrativos derechos televisivos de las com-peticiones sudamericanas.
El argentino Burzaco testificó el miércoles 18 de enero en el marco del mega escándalo de corrupción FIFA Gate y confesó haber sobornado con 32 millones de dólares a ese grupo, entre ellos se encontraban Nicolás Leoz, Julio Grondona y el boliviano Romer Osuna, eterno tesorero de la Conmebol.
Burzaco es uno de los testigos claves y parte del entra-mado de corrupción que erupcionó los cimientos del fút-bol sudamericano, detalló los mecanismos que utilizaban los dos exejecutivos de Fox y participantes de la argenti-na Full Play, el mexicano Carlos Martínez y el argentino Hernán López, sentados en el banquillo en el juicio en Nueva York.
Hasta que estalló el escándalo de los sobornos en 2015, la empresa T&T -creada por Burzaco y la brasileña Traf-fic-, en la que habrían participado los dos acusados, ha-bía pagado entre «30 y 32 millones de dólares» en sobor-nos para asegurarse el lucrativo mercado de los dere-chos televisivos de los campeonatos de fútbol, dijo el tes-tigo en el tribunal, consignó la agencia AFP.
«Teníamos una empresa conjunta llamada T&T Cayman» con López y Martínez, los dos inculpados que se sientan en el banquillo, junto a la empresa argentina Full Play, que desde el martes están siendo juzgados por corrup-ción, fraude bancario y lavado de dinero.
La empresa pagaba a los ejecutivos de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) sobornos para ase-gurarse a largo plazo los lucrativos derechos de retrans-misión de los torneos de fútbol sudamericanos como Copa Libertadores, así como partidos amistosos y de cla-sificación y la organización de eventos deportivos.
La suma total comprometida ascendía a «entre 50 y 60 millones» de dólares, pero no llegaron a pagar el total porque la investigación en 2015 del llamado FIFA Gate lo frustró.
EL GRUPO DE LOS 6
Los principales beneficiarios fueron el llamado «grupo de los seis», integrado por los miembros más importantes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conme-bol): el presidente, Nicolás Leoz (paraguayo, fallecido en 2019), el vicepresidente Eugenio Figueredo (uruguayo), el secretario general Eduardo Deluca (argentino), el tesore-ro Romer Osuna (boliviano, fallecido), y los presidentes de las dos federaciones más poderosas del fútbol sud-americano, el brasileño Ricardo Teixeira y el argentino Julio Grondona, fallecido en 2014.
«Sobornamos a todos estos señores y yo participé en es-te esquema», dijo Burzaco, que se declaró culpable y lle-gó a un acuerdo con la justicia estadounidense que inclu-yó el pago de una multa de al menos 21,6 millones de dólares.
«¿Por qué a estos individuos en particular?», preguntó la fiscal Kaitlin Farrell. «Eran miembros clave de Conmebol», explicó el testigo presentado por la acusación.
Según Burzaco, a Grondona se lo veía como «un Papa»
«Su nivel de influencia era absoluta» y en concreto el ya fallecido Grondona, al que se le veía como «un papa», era uno de los tres con mayor poder dentro de la FIFA, sostuvo.
Por su parte, el Grupo Full Play pagó o se comprometió a pagar hasta 90 millones de dólares.
Un sistema corrupto casi perfecto
Desde 1999, Conmebol negocia los derechos de retrans-misión de los clubes que participan en las competiciones que organiza, como Copa Libertadores hasta entonces los negociaban individualmente.
El objetivo era firmar contratos de derechos de retrans-misión de los encuentros a «un precio inferior al del mer-cado», «evitar la competencia», «comprar su lealtad» y «hacer futuros negocios con ellos», dijo Burzaco. Asimis-mo, dio detalles de las tácticas que empleaban los dos exejecutivos de Fox y participantes de la empresa argen-tina ‘Full Play’, el mexicano Carlos Martínez y el argen-tino Hernán López.
El interés de T&T era renovar los contratos mucho antes de que expiraran para alargarlos y así asegurarse el ne-gocio y expulsar a la competencia, explicó.
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Los pagos se realizaban a través de contratos de servicios que no existían, explicó Burzaco, que desde el 25 de ma-yo de 2015 no ha vuelto a poner un pie en su Argentina natal, aunque también había partidas se que se abona-ban a través de la tesorería de Conmebol.
En los alegatos, el primer día del juicio, los equipos de-fensores de López y Martínez dispararon todos los dar-dos sobre Burzaco, al que culparon de toda la trama co-rrupta.
La defensa de Full Play culpó a los ejecutivos de las aso-ciaciones sudamericanas de fútbol que «sistemáticamen-te exigían pagos».