«Unidos todos vamos a salvar a nuestro club», dijo Omar Mustafá, el presidente de Wilstermann que la primera semana de febrero decidió postularse y el 18 de marzo jura-ba como el nuevo titular del equipo «aviador».
Apoyado por 1.932 socios, el médico cochabambino apabullaba en las urnas. Conocía de la crítica situación por la que pasaba la entidad, pero ya adentró cada día se sorprende con más y más deudas.
Mustafá ya invirtió casi 1,5 millones de dólares en una serie de obligaciones con los juga-dores, con las deudas ventiladas en la FIFA, con sueldos devengados del personal admi-nistrativo y otros gastos administrativos. «Con el apoyo de los hinchas salvaremos al club», dijo.
«Habrá auditoría, la misma establecerá responsabilidades de esta situación en la que se encuentra Wilstermann».
Lo dijo un dirigente de la administración del presidente Omar Mustafá. La tarea ya co-menzó, y va en serio «hasta las últimas consecuencias», aunque tomará tiempo… Están bajo la lupa Grover Vargas y Gary Soria, los dos últimos «dueños» del equipo.
El primero observando desde palco tras entregar la posta a Soria, en un acto eleccionario fraguado, dejó pasar los anomalías, pues se liberaba de una pesada mochila. Vargas fue el presidente que más recursos manejo en el cuadro «aviador» producto de la permanente presencia del equipo en torneos de la CONMEBOL.
Hay gente de su entorno y asesores, que aseguran que Vargas fue un dictador, habiendo seleccionado a su reducido entorno y marginando a la gente que con trayectoria había servido a la institución de la calle Ecuador.
SORIA
El hombre que había mostrado una billetera gorda cuando fue elegido a empujones como único candidato, con apoyo de la gente que lo utilizó, en menos de 24 horas recibía los primeros recursos de la Federación Boliviana de Fútbol. Poco tiempo después, los que lo llevaron a la silla presidencial traicionando a Grover Vargas, hicieron difícil la vida de So-ria debido a que no respondió a sus apetitos personales.
Soria se vio solo, sin inversores, ya que fueron desanimados de meter plata en el equipo «aviador» por la gente que lo hizo titular al hincha que se convirtió en socio días antes de las elecciones.
DIVIDIR PARA REINAR
Tanto en la administración de Vargas como en la de Soria, la plantilla de jugadores fue dividida. Hubo un grupo mimado por la cúpula superior, eso vendría desde el partido que se perdió por goleada en Buenos Aires a manos de River Plate.
Los premios inflados y el pago seleccionado de sueldos originó una tremenda división al interior del grupo «rojo». Vargas habría incrementado algunos sueldos y duplico premios a otros, lo que ahondo mucho más la relación, primero en el camarín y luego en el mismo campo de juego.
COOPERADOR
Se dice que Mario Guamán Jr. fue uno de los impulsores para solucionar muchos proble-mas económicos con jugadores y ex jugadores de Wilstermann, incluido con Gary Soria, para que éste deje la silla presidencial. Fue artífice para dar ese paso al costado.
Sorprendió mucho que fácilmente dé un paso al costado en la pugna eleccionaria con Gary Soria, cuando se traía -se supo- en manos una mejor propuesta económica para sal-var pronto al club cochabambino.
El ex jugador del cuadro rojo, trabajó con Grover Vargas, ofreció su asesoramiento y ayu-da a Herald Antezana, cuando este se postulaba a ser presidente del cuadro cochabam-bino. Luego buscó ayudar a Soria sin éxito y tras cooperar al grupo del doctor Mustafá y no ser habilitado para integrar una plancha, Guamán optó por dejar el cuartel «aviador y trasladarse al trópico cochabambino y ayudar al club Palmaflor.
Guamán está presente en las graderías del estadio Bicentenario, alentando al plantel azul.
DEPURACIÓN
La nueva administración optó por elegir colaboradores nuevos en la actual dirigencia, debido a que muchos tienen pasado cuestionado.
Varios estuvieron en el entorno de Grover Vargas, como también con Gary Soria, buscando solo sus intereses perso-nales. Otros tienen deudas pendientes con el club por préstamos de honor, venta de abonos y rendición de cuentas pendientes.
Asimismo, se acumulan antecedentes para saber quienes impulsaron el cambio de las normas para posibilitar la elec-ción de Soria, que no cumplía con los mínimos requisitos para ser presidente.
También hubo asesores, que observaron de palco todos los manejos de las dos últimas administraciones en el club.
Para todos ellos se buscará establecer responsabilidad y si amerita sanciones.