Por Antonio Figueroa Gonzalez
Volvieron las eliminatorias sudamericanas, volvió la esperanza para diez países. Y Bolivia volvió a la realidad de su fútbol desorganizado y mediocre sufriendo duros contrastes con goleada (1-5) en Belem ante Brasil y una derrota inesperada por las cifras frente al campeón del mundo, Argentina, en La Paz.
UNA DERROTA GIGANTE.
El Mangueirão es el estadio ubicado en la ciudad nordestina del Estado de Pará, es el escenario elegido por los brasileños para su debut en las eliminatorias.
La selección boliviana se debate en un mar de dudas provocadas por el escaso tiempo de trabajo, las derrotas anteriores y una fuerte sensación de inferioridad ante los pentacampeones mundiales.
El partido se inicia con Brasil lanzado totalmente al ataque, aunque Bolivia mantiene el orden pero sin la pelota hay muy poco que esperar.
Brasil encuentra la oportunidad de abrir el marcador en un penal cobrado por Neymar y que Viscarra, intuyendo la dirección, logra atajar.
Paradójicamente el astro brasileño mejora luego del error y comienza a aparecer lo mejor se us repertorio, Ney y los suyos son ya una pesadilla para Bolivia sin siquiera haber convertido el primer gol.
El gol sin embargo llega más temprano que tarde, en un error defensivo aprovechado por Rodrygo.
El primer tiempo termina con un generoso 0-1. Se avecina una segunda etapa de sufrimiento para la Verde.
Y nada más iniciado el segundo tiempo Rafinha anota ante floja marca de Fernández.
Brasil es ambicioso, huele la goleada y va en busca del tercero que acontece luego de una combinación perfecta entre Bruno y Rodrygo.
Neymar no quiere irse sin festejar su propio gol, quiere romper el récord que ostenta Pelé como el máximo anotador con la Verdeamarela. Bolivia es un cúmulo de errores , desorden e impotencia.
Llegan el cuarto y el quinto a través de Neymar, para redondear una buena actuación de los locales ayudados por la ingenuidad de los bolivianos.
Descontará Abrego con un golazo , ganándose la titularidad en el próximo partido , y mostrando en pocos minutos una actitud distinta a la de sus compañeros.
- DESORDEN DEFENSIVO
Bolivia plantó una defensa con cinco defensores: tres centrales y dos laterales.
Brasil penetró por banda en la primera parte del encuentro, con incursiones rápidas que desbalancearon totalmente a la última línea. Quinteros y Jusino quedaron siempre fuera de posición por fallas tanto de los laterales como los volantes de contención. Le costó mucho cerrar espacios a espaldas de Medina y Fernández, y la cobertura a los mediocentros. En el segundo tiempo el fondo boliviano también fue rebasado por dentro.
2.MEDIOCAMPO SIN BALON
El mediocampo formó con línea de cuatro, con Villamil – Céspedes en el corte, y Bejarano con Arrascaita por bandas. Labor correcta en los primeros cuarenta y cinco minutos, cansancio y posicionamiento incorrecto después en la línea de contención. Los mediocampistas laterales fallaron rotundamente en el necesario desdoblamiento ofensivo – defensivo.
- LA SOLEDAD DE MARTINS
El ataque tuvo un solo hombre, solitario y aislado como Martins, nunca fue acompañado y fue incapaz de inquietar a la zaga brasileña. - SIN ARRIESGAR
Nuestra selección prefirió la salida con balón hasta segunda línea para pelear la segunda jugada, lamentablemente nunca pudo prevalecer en esta instancia, los balones siempre fueron capturados por el rival.
La escasa posesión tuvo como consigna agrandar espacios hacia atrás para atraer la marca rival , pero esta estrategia no funcionó ante la presión alta de los brasileños.
5.REPLIEGUE HASTA ZONA MEDIA
Bolivia relegó la presión alta en favor de un repliegue hasta media cancha, allí intentó ordenarse, tapando líneas de pase y realizando coberturas para redoblar la marca. La habilidad de los locales destrozó este esquema.
6.CON ABREGO SE GANÓ EN VELOCIDAD
En las transiciones que aparecieron con más asiduidad en el último tramo del cotejo. Abrego, con velocidad y mayor acompañamiento, complicó a la defensa Verdeamarela y anotó un gol de buena factura.