Por Edgar Tejerina Casablanca
Édgar “Pacho” Góngora Saavedra, aquel futbolista que brilló en Bolívar, pero maduró futbolísticamente en Universitario de su natal La Paz, considera que la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) debe trabajar urgentemente en consolidar nuevas estructuras para llegar a un Mundial. “El fútbol cambio mucho y por diversas razones, pero hay que trabajar bastante porque no tenemos gente formada que llegue a niveles superiores, considero que estamos en construcción”.
El diálogo en el lobby del Hotel Presidente en la sede de gobierno, inicio con el tema de la Selección Nacional y su brillante campaña al inicio del ciclo del cochabambino Óscar Villegas y frenada con el empate en casa ante Paraguay. “En los tres primeros partidos hizo algo que nadie se imaginaba, pero tenemos que trabajar mucho para que esto no sea el árbol que tape el bosque”.
El futbolista paceño brilló en Bolívar, pero para llegar allá hubo un largo proceso que comenzó con sus primeras armas en el Colegio Don Bosco, recuerda que el buen manejo de su zurda lo llevó a la selección de su colegio y en el intercolegial departamental demostró su talento que le permitió fichar para Universitario, equipo que entró a su corazón.
Previo al partido en El Alto ante Paraguay, “Pacho”, delgado como siempre y de elegante vestir aseguraba “que no, no hay mucho cambio, creo que con la mala experiencia de la última Copa América se apresuraron los cambios. No hay un profundo cambio, se modificó el diseño y la confianza, por ejemplo, no está Justiniano y este debería estar en el equipo nacional”.
Édgar Góngora junto a un nuevo directorio de la Mutual en La Paz, trabaja con la dirigencia a fin de brindar pronto un servicio médico a sus afiliados. “Los ex jugadores estamos casi olvidados, pero nos hemos reactivado con gente que tiene peso y tenemos labores continuas, estamos siguiendo con los trámites, pero con una serie de tropiezos”.
Su salida
“Pacho” tras terminar su carrera futbolística se dedico a estudiar para director técnico, lo hizo en Buenos Aires hasta obtener el título AFA. Trabajó en varios clubes comenzando con las menores de la ABB, salió campeón con Atlético Gonzales dos veces, estuvo en Aurora de Cochabamba, Mariscal Braun y formó parte del equipo técnico de The Strongest. “En nuestro fútbol mandan los resultados y bueno eso no garantiza trabajo todo el año y además no tienes continuidad, así que decidí estudiar auditoría y al concluir trabajé profesionalmente en Impuestos Nacionales por 15 años donde ya estoy jubilado, pues tenía una familia que sostener y así fue”.
El buen zurdo de la U y de Bolívar dejó el fútbol cuando menos lo esperaba, aunque había el peso de cinco operaciones en la rodilla. “Un día el DT Freddy Valda me tenía en el banco, quería mandarme a la cancha faltando cinco minutos para terminar el partido. Consideré que eso no era justo, tuvimos un roces y dejé Chaco Petrolero y dejé el fútbol”.
Admite que tuvo muy buenos directores técnicos y que abrazó con mucho cariño esa profesión donde puso en práctica de lo que extrajo de cada uno de los DT bolivianos y extranjeros que tuvo siendo jugador.
Amable, respetuoso y hablar suave, “Pacho” no perdió nada de lo que fue en las décadas del 70 en adelante y el paso del tiempo también parecer detenerse en él, aunque siempre surgen los achaques de la edad.
Bolívar
Admira al club Bolívar y su dirigencia, pero su corazón es plenamente de Universitario, club que no olvida. “Tuve la suerte de estar en Bolívar, el equipo que mejor te pagaba en ese tiempo. Fueron diez años donde hice muchos amigos y tuve la ocasión de trabajar con don Mario Mercado, un gran presidente y un gran hombre. Hoy me alegra que siga al frente Marcelo Claure, que revitaliza a la institución pensando en el futuro y construir en Tembladerani, es pensar en el gran crecimiento de la academia en la zona, en La Paz”.
“Pacho” considera que el equipo celeste, es el único en el país con magnifica infraestructura moderna para una adecuada formación de la nueva generación de futbolistas. “Ojalá los demás clubes puedan contagiarse de ello, ya que necesitamos trabajo serio y no como las escuelitas, que hay muchas en el país, pero no tienen un plan formativo, allí están los que saben jugar fútbol y los que no están, eso si todos pagan”.
En sus 100 años pronto a cumplir, el ex futbolista convoca a todos los clubes a seguir sus pasos e imitar el trabajo que se hace allá.
Proyecto 10 años
Góngora con formación universitaria, asegura que no hay el tal “Proyecto 10 años” que anunció la federación al contratar al técnico cochabambino Óscar Villegas. “No, no hay ese plan, fue todo una salida a la mala experiencia que tuvimos en la Copa América de estados Unidos con semejante fracaso. Insisto que debemos tener una estructura en la FBF donde los clubes profesionales sean la base y tengan divisiones menores. Los clubes deben estar arriba de acuerdo a la buena estructura y las asociaciones abajo, pero estamos al revés, ahí se trastoca todo y las asociaciones no hacen su trabajo”.
Insiste en que la FBF tiene que potenciar a los clubes profesionales y poner en vigencia toda la normativa vigente como la norma de Licencias, para exigir un Fair Play Financiero, tener infraestructura y divisiones menores.
Futbolistas
Si bien los tiempos han cambiado y mucho en el fútbol, donde los jugadores hoy pueden ser libres de migrar y ganan muy bien, se debe también trabajar en el buen trato de la dirigencia a los futbolistas. “El pase de Víctor Agustín Ugarte ya debe estar por llegar (lo dice en tono de bromo), ya que en mis tiempos no podías cambiar de club si el dirigente no te daba luz verde. Hoy él decide donde y como jugar”.
Sobre la agremiación de futbolistas (Fabol) no tiene reparo, pero insta a reestructurar su organización para un trabajo más amplio y no reducido o encerrado en un círculo. “El trato no es igualitario, hay sectores que son beneficiados y se necesita que la entidad sea de todos, es decir, de todo el país, el jugador debe sentirse protegido y defendido”.
Góngora puntualiza que el fútbol le permitió ganar amigos, muchos amigos. “Mi familia y los amigos, fueron mi mayor ganancia”.