Alejandro Domínguez tras ser anticipadamente reelegido para una nueva gestión en la Confederación Sudamericana de Fútbol, anuncio la marcha en puesta del Fair Play Financiero en todas sus federaciones.
Proclamo que no quiere clubes con deudas, algo que en nuestro fútbol doméstico se volvió normal con clubes que deben desde tres hasta más de un año, y los futbolistas van cobran de a poco como mendigando.
En Bolivia se normalizo deber dos meses y llegado el tercero, se paga el primero y luego se aguarda a sumar otra vez el tercero para negociar porcentajes.
Los que más pierden son los jugadores nacionales, aquellos que no acuden a la FIFA para cobrar y peregrinan años para recuperar algo de su trabajo. Hay dirigentes que del total de la deuda ofrecen pagar en efectivo la mitad o menos, haciendo que el futbolista reciba ese monto, firme por el total de la deuda y bueno…
Casos como ese hay uno y decenas. Muchos jugadores callan a fin de no ser vetados y puedan conseguir otro equipo en la siguiente temporada.
Primero fue Bolívar el que inflacionó nuestro fútbol, luego le siguieron otros firmando sueldos astronómicos que no siempre se cumplen. Aquí no tienen culpa los jugadores, sino los dirigentes que a cualquier costo quieren tener al buen jugador de la temporada en sus filas.
La Federación Boliviana de Fútbol con la llegada de Fernando Costa a la silla presidencial anunció el Fair Play Financiero y la vigencia total de la Licencia de Clubes, objetivos que aún están pendientes. Su aplicación con seguridad ayudará para bien a los clubes profesionales que hoy marchan de duda en deuda.
EDGAR TEJERINA CASABLANCA
Editor