En esta nota, el médico Óscar Paul Torrico, nos explica en profundidad esta lesión, sus causas, el diagnóstico por imágenes, y las opciones de tratamiento disponibles, con un enfoque específico en los futbolistas. El doctor Torrico, es traumatólogo con especialidad en lesiones deportivas y artroscopia
El fútbol, uno de los deportes más populares del mundo, y como cualquier otra disciplina de alto rendimiento, los jugadores están expuestos a una serie de riesgos físicos, siendo las lesiones en la rodilla unas de las más comunes. En particular, la rotura del ligamento cruzado anterior (LCA), es una lesión recurrente en ellos, afectando tanto a profesionales como aficionados.
La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las lesiones más comunes y devastadoras para los futbolistas, pero con los avances en el diagnóstico por imágenes y las técnicas quirúrgicas modernas, las probabilidades de una recuperación completa mejoro significativamente.
Doctor, ¿Es grave una lesión de ligamento cruzado?
—Cuando practicamos algún deporte, o simplemente hacemos ejercicio, y nos lastimamos sin sentir, viene un gran dolor en la rodilla. Seguimos con nuestra vida y con la molestia, pero creyendo que ésta va a desaparecer. Pero no, sólo continúa empeorando. Es posible que en esos casos esté viviendo una lesión de ligamento cruzado.
¿Qué es una lesión de ligamento cruzado roto?
—La lesión de ligamento cruzado es un esguince o desgarro que se da en los ligamentos que forman parte de la rodilla. El ligamento mencionado es una de las dos bandas que cruzan la rodilla y que conectan al fémur con la tibia. Su principal función es estabilizar la rodilla.
¿Qué tipos de lesión de este ligamento existen?
—Dos: Una parcial, en la que sólo una parte del ligamento se lastima, y la completa: El ligamento se parte en dos pedazos o se separa por completo del cuerpo.
¿Y cómo ocurren estas lesiones?
—Ocurren frecuentemente por reducir la velocidad y cambiar de dirección de manera repentina al estar corriendo; o al detenerse de manera repentina. También sucede al girar con el pie firmemente apoyado. O al aterrizar mal después de un salto. También puede suceder por recibir un golpe directo en la rodilla. Algunos síntomas son un ruido de “estallido”, la presencia de hinchazón con dolor, sensación de que la rodilla cede, se pierde movimiento y se siente malestar al caminar.
¿Cuánto tiempo se puede estar con el ligamento cruzado roto?
—El tiempo que puedes vivir con un ligamento cruzado anterior roto depende de muchos factores, pero lo importante es entender qué consecuencias puede acarrear no tratar esta lesión. Aunque la lesión no representa un riesgo inmediato para la vida, el tener el ligamento roto implica tener inestabilidad en la rodilla lo que puede afectar a la vida cotidiana a largo plazo.
¿Otros riesgos, doctor?
—No tener un soporte adecuado, vuelve a la rodilla vulnerable a desgastarse progresivamente. Esta inestabilidad genera que el cartílago se afecte de forma irreversible, lo que desarrolla grietas y sobrecargas. Con el paso de los meses, el desgaste excava el cartílago generando su pérdida total. Dependiendo de la lesión y del tiempo que transcurra sin tratar puede tenerse una rodilla con el desgaste equivalente al de una persona adulta mayor, en un tiempo de 5 a 10 años.
-Doctor Torrico, ¿y el menisco?
—Además de dicho deterioro, es muy normal que ocurran otras rupturas en el menisco. Esto puede aumentar el dolor e incluso limitar la funcionalidad de la articulación. En muchas ocasiones las soluciones para disminuir el dolor –como pueden ser infiltraciones de esteroides, ozono o bloqueos nerviosos– solo ocultan el problema, pero no detienen que el daño continúe avanzando.
¿Qué riesgos demanda no curar?
—Aunque se puede vivir con un ligamento cruzado durante muchos años, el no tratarlo compromete la salud de la rodilla. Lo mejor es que buscar atención especializada que repare la lesión. Se evita complicaciones a largo plazo. Abordar el problema de raíz devuelve la estabilidad y la calidad de vida, mientras protege la integridad de tu rodilla en el futuro.
¿Qué tan grave es esta lesión?
—La lesión del ligamento cruzado anterior es un problema más grave de lo que pudiera creerse. Aunque la ruptura aislada del ligamento puede no generar dolor por sí misma, en muchos casos, sí causa inestabilidad en la rodilla, lo que se puede traducir en que hay una sensación de debilidad o de que la articulación se “sale” al caminar o hacer movimientos bruscos.
¿Esto origina un desgaste?
—Con el paso del tiempo, se genera un desgaste prematuro que afecta tanto al cartílago como al menisco, lo que, con el paso del tiempo, sí deviene en dolor y la pérdida de funcionalidad. El desgaste del cartílago es irreversible y muy difícil de tratar. Aunque existen opciones como micro perforaciones, trasplantes de cartílago, uso de radiofrecuencia o de mallas, estos procedimientos reparan el daño que ya se generó y no regeneran cartílago nuevo. El daño que se presenta en el menisco también necesita una atención especializada y compleja. Para tratarlo se tienen que realizar procedimientos quirúrgicos que reparen o retiren las partes dañadas del menisco, según la magnitud en la que se encuentre la lesión.
¿Por qué es tan frecuente en jugadores de fútbol?
—La rotura del ligamento cruzado en jugadores de fútbol es especialmente común debido a la naturaleza dinámica y explosiva del deporte. Movimientos como giros bruscos, cambios de dirección rápidos, y saltos para cabecear aumentan el riesgo de sufrir esta lesión. Uno de los principales mecanismos de esta lesión es la combinación de una desaceleración rápida con rotación interna de la rodilla, lo que provoca una sobrecarga del ligamento.
¿Qué es el Ligamento Cruzado Anterior y por qué es importante?
—El ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las estructuras clave en la rodilla, responsable de la estabilidad al limitar el movimiento excesivo hacia adelante de la tibia respecto al fémur. Este ligamento es fundamental para realizar movimientos rápidos y cambios de dirección, los cuales son esenciales en el fútbol. Una lesión en el LCA no solo compromete la estabilidad de la rodilla, sino que también puede llevar a largo plazo a problemas como la inestabilidad articular y la osteoartritis.
Además, existen factores biomecánicos que pueden predisponer a los futbolistas a esta lesión. Algunos de estos incluyen la pronación excesiva del pie (donde el arco del pie se aplana y causa una distribución inadecuada del peso), lo que genera un estrés adicional en las rodillas y aumenta el riesgo de rotura del LCA.
Otros factores como la fatiga muscular y las superficies de juego inadecuadas también juegan un rol crucial en la incidencia de esta lesión en el fútbol.