Editorial: Guerreros Digitales
La aparición del periodismo deportivo en las nuevas plataformas de las redes sociales cambió el panorama actual, tanto para medios de comunicación como para los profesionales de la comunicación que han visto en estas nuevas tendencias una oportunidad laboral.
Hoy, hay muchos periodistas que acuden a esas plataformas en busca de nuevas formas de comunicación que se distancian del rigor informativo en los medios tradicionales y se acercan al entretenimiento. Gozan de una mayor libertad a la hora de generar contenidos y tienen una mayor relación con los seguidores a través de los comentarios, suscripciones, donaciones, likes o dislikes.
Esa forma de hacer buen periodismo, con seguridad será destacado, aplaudido y reconocido, ya que basa su labor en la credibilidad, todo ello apoyado en fuentes documentales, testimonios personales y datos oficiales para ayudar a conseguir resolver las hipótesis planteadas y los objetivos.
Si bien estas herramientas han permitido la aparición de cientos y cientos de comunicadores, también hay que admitir que surgieron los otros. Los “creadores de contenido” que se hicieron de la noche a la mañana utilizando mal sus mensajes, y ocultos en falsas identidades, critican, desinforman, destruyen y atacan a clubes, dirigentes y jugadores que no son de su agrado.
Muchos son hinchas y a estos los llaman los “guerreros digitales”, que se ponen al servicio de instituciones y personas, no solo buscando destruir, sino también buscando fáciles ingresos económicos. Aparecen mimetizados en conferencias de prensa, eventos deportivos (incluso con acreditaciones) y dialogando con sus protagonistas favoritos, muchas veces logrando un fácil acceso.
La prensa deportiva, como cualquier otra forma de periodismo, debe ser seria, libre para cumplir su función en una democracia. La libertad de prensa es un derecho fundamental que garantiza el debate público y la rendición de cuentas, permitiendo a los medios informar, investigar y difundir ideas sin censura previa. Aunque es libre, esta libertad está sujeta a la ley y debe respetarse dentro de un marco de responsabilidades y del derecho a réplica.
Una prensa libre asegura que se exploren diferentes puntos de vista y no se imponga una única narrativa. Permite la investigación: Es el medio para que se descubra y se informe sobre irregularidades, fomentando la transparencia en el deporte. Informa a la ciudadanía para que pueda tomar decisiones y exigir responsabilidades.
Al no estar al servicio de intereses particulares, debe ofrecer a la población información que no está manipulada. La libertad de expresión no ampara la difamación, la injuria o la incitación al odio. Conservarla, es nuestra obligación.
Por Edgar Tejerina Casablanca – Editor







