Salomón Enriquez jugó y fue campeón con Bolívar y The Strongest. Nació en la cantera del fútbol chuquisaqueño.
Por Edgar Tejerina Casablanca
Su enrulada cabellera, ahora más canosa, permite su fácil identificación aún esté con el barbijo por la aún presencia del Covid-19. Es Salomón Enriquez Carrasco (65), aquel marcador que jugó fútbol en Bolívar y The Strongest de La Paz, que desde hace muchos años trabaja como taxista en el exclusivo servicio del aeropuerto chuquisaqueño de Alcantari.
Su amabilidad, su buen servicio y el ineludible tema, como es hablar de fútbol, hacen grato tenerlo de conductor mientras uno se traslada a la Ciudad Blanca.
GRANDE. Jugó en los dos grandes clubes de La Paz, Bolívar y The Strongest, gracias a sus bue-nas condiciones. Fue uno de los buenos laterales izquierdos que surgieron en el país en los últimos años de la década de los 70, por ello tuvo su gran momento en los 80. Se retiró en 1991 jugando en Orcobol, equipo de Cochabamba ya desaparecido.
CALANCHA. «Tenía un gran amigo en el Independiente, Javier Calancha, fue como un hermano para mi. Falleció hace algún tiempo. En ese entonces me pusieron de apodo ‘Calancha’ y bueno has-ta hoy me quedé con ello, es grato y es como un homenaje a él».
AMOR. «No cuestionaré, pero antes jugábamos por amor a la camiseta, hoy es más por la condición económica. Un año estás en un club, a los pocos meses apareces en al acera del frente u otro club. Antes la entrega en la cancha era total, hoy da lo mismo jugar o hacer banca, pero debo destacar que hay muchos jugadores jóvenes hoy.
LOTHAR. «Lothar Kerscher me vio jugar con la camiseta de Independiente Petrolero en La Paz, recuerdo que fue ante 31 de Octubre al que le ganamos en el Siles 2-1 y lo eliminamos de la Simón Bolívar, ya quew empatamos en Sucre a 2 goles. A los pocos días fiche para Bolívar. Fue gracias a él que llegué a la sede de gobierno. Siempre le estaré muy reconocido. Vio mis condiciones y no dudo en hacerme de Bolívar. LLegar a un grande era una gran responsabilidad para mi».
JUNIN SU CUNA. Salomón dio sus primeros pasos en el fútbol chuquisaqueño. Su primer equipo fue Junín (1975), después pasó a Independiente Petrolero (1978), ambos de la Primera A de la Aso-ciación de Fútbol de Chuquisaca. Luego pasó a Bolívar (1980) y dos años después a The Strongest. También jugó en Always Ready, Chaco Petrolero de La Paz, Ciclón de Tarija y terminó su carrera en Orcobol de Cochabamba.
FAMILIA. «Estoy muy orgulloso de mi familia. Junto a mi esposa Ana María Ramallo, transitamos tantos años en Sucre y La Paz. Tenemos 6 hijos y tres nietos que son nuestra vida, nuestra pasión y razón de vivir, y lo de Junior nos alegra mucho por que le va muy bien en el fútbol de salón. Gracias a Dios todos muy bien aquí en Sucre».
LATERAL. «El profesor Freddy Valda en Bolívar me descubrió como lateral izquierdo, ya que juga-ba en mis anteriores equipos como volante, era 8, volante ofensivo. Entonces me dijo, puedes jugar aquí? Lo hice bien y me quedé de titular supliendo a un gran defensor como era Aldo Fierro».
LIBERTADORES. En 1980 dio el salto al fútbol grande al ser transferido a Bolívar, donde jugó cuatro años. Logró dos títulos nacionales y disputó dos Copa Libertadores. La primera fue en 1983 contra Gremio de Porto Alegre y Flamengo de Brasil, y el nacional Blooming. Al año siguiente enfrentó a los chilenos Universidad Católica y O’Higgins, y Blooming que volvió a ser copero.
ECONOMIA. «Ganábamos entre 450 y 700 dólares al mes, de la famosa prima solo veías la prime-ra cuota. La cosa era jugar. Yo estudié la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Mayor de San Andrés, pero no ejercí y hoy sigo al volante de mi renovado taxi sirviendo al público entre el aeropuerto y la ciudad, estoy sindicalizado y muy agradecido a Dios y los colegas. Ahora se gana muy bien, son otros tiempos. Me quedó con los años en que jugue, ya que lo hice con mucho amor al fútbol».
TIGRE. Llegó a The Strongest en 1986 y fue campeón, al año siguiente revalidó el cetro y volvió a jugar la Copa Libertadores contra América y Deportivo Cali de Colombia, junto al nacional Oriente Petrolero. El tigre se convirtió en el club de sus amores.
AURINEGRO. Salomón se convirtió en Tigre desde su niñez. Después de aprender el fútbol en su escuelita Daniel Calvo, pasó al «poderoso» Colegio Junín, cuyos colores son negro y amarillo. Y desde allí nació su amor a esos colores, que se prolongaron al Tigre de Achumani, hoy el equipo de sus amores.
SEIS CLUBES. Salomón en su carrera deportiva vistió seis camisetas.Always Ready, Chaco Petrolero, Ciclón, Orcobol, Independiente y Universitario de su natal Sucre.
SELECCION. La selección nacional fue la asignatura pendiente en su exitosa carrera, aunque en 1981 llegó a una preselección, porque reconoce que “cuando jugaba había muchos buenos futbolistas en mi puesto”.
Cuenta que era “un jugador de temple, ganador, y siempre me reconocieron como un jugador de mucha garra estando en Bolívar o The Strongest”.
ANECDOTA. «Pasé de Bolívar a The Strongest, y jugamos un clásico que lo ganamos. Hice un gol, más tarde llegué a casa con mi uniforme del Tigre, y me vio la gente de la casa, que era la sede de Bolívar en la calle Indaburo. Al día siguiente el gerente de Bolívar me dio 24 horas para que deje la vivienda. No había otra, y me tuve que ir. El presidente don Mario Mercado, estuvo molesto conmigo».
TECNICO. Salomón es un agradecido con el técnico Julio Flores, que su conductor cuando muy joven en el fútbol chuquisaquenõ donde logró dos títulos nacionales con la selección de ese departamento.