Bolivia cayó en su visita a Colombia en Barranquilla. El resultado fue duro, pero dejó enseñanzas. Esta selección, que ya no es solo promesa, deberá responder con resultados en la próxima eliminatoria mundialista.

Un resultado que no sorprende

La derrota por 3-0 no fue inesperada. Bolivia nunca ha sumado puntos ni goles en Colombia en partidos clasificatorios. Pedir más sería ir contra la historia, que solo puede cambiarse con formación, competencia y compromiso desde la base.

Rendimiento con matices

La Verde mostró orden, pero careció de poder ofensivo. Como en otras ocasiones, el arquero —sea Viscarra o Lampe— sostuvo al equipo hasta que el cántaro se rompió. En el segundo tiempo hubo más ambición, pero llegó tarde.

Pilares consolidados

La portería tiene competencia sana. En defensa, Luis Haquín guía a Efraín Morales. En el medio, Gabriel Villamil y Roberto Fernández son claves, mientras Miguel Terceros sigue siendo la principal carta de gol, aunque necesita acompañamiento.

Lo que falta y lo que viene

Se reclama más ofensiva, pero hay que reconocer las limitaciones estructurales del fútbol nacional. La Verde es reflejo de lo que ofrece la liga local. Queda un partido en casa que puede prolongar la ilusión o cerrar el ciclo.

Más allá del resultado ante Brasil, esta selección debe consolidar lo bueno que ha mostrado. En la próxima eliminatoria, ya no será promesa: será exigencia.