Poco antes de llegar al primer año de su mandato, noviembre 2021, Fernando Costa emprendió un viaje por todo el país. El oír y el dialogar le abrieron camino para pensar en una elección legal y legítima, y terminar con el interinato que debía concluir en octubre 2022, pues ocupa la silla que dejó César Salinas, víctima del Covid 19.
Adelantar el Congreso de la FBF para legitimar una elección en las urnas estuvo en los planes y todo salió a pedir de boca. Para esas modificaciones estatutarias logró el apoyo de todos los clubes profesionales y las asociaciones.
Dos operadores abrieron no solo caminos, sino las puertas para firmar convenios con gobernaciones y alcaldías con el compromiso de atender a los jóvenes futbolistas de las regiones, las asociaciones que ya reciben recursos por derechos de TV, le dieron su respaldo «monolítico», cuya unidad elige presidentes en la FBF desde hace mucho tiempo.
Fracturado el G-6, Costa abrió puertas en el fútbol profesional sumándolos poco a poco desde Wilstermann y Blooming, que lo reconocieron y respaldaron tras duras críticas a su elección en 2020. También se sumó Bolívar, y una oportuna asistencia económica a los profesionales, hace expedito el camino para llegar a la silla presidencial de la FBF que siempre o casi siempre está sin uso en la sede oficial de Cochabamba, convertida en una oficina de meros trámites administrativos.
Costa superará las cifras que Salinas logró para ser elegido presidente, tuvo 19 votos (8 clubes profesionales y 11 de las asociacio-nes. Hoy podrían ser 12 profesionales y la totalidad de las asociaciones. Votarán 16 clubes profesionales y 16 serán votos asociacionistas.
Este será un nuevo congreso fuera de casa (Cochabamba) el 28 de enero de 2022. A más de dos meses de su realización ya está cantada la elección de Fernando Costa.
Y Costa venció otros dos bloqueos jurídicos que se presentaron en el camino. El caso San José fue desestimado y el torneo profesional no corre peligro para una feliz conclusión.
Finalmente el otro caso, el de Mario Cronembold se cayó y fue desestimado por la falta de pruebas.