William Ramallo, el goleador de América
William Luis Ramallo Fernández, el «Goleador de América», con absoluta autoridad y solvencia moral aseguró que es una canallada lo que hace Fabol (Futbolistas Agremiados) al prohibir a los jugadores acudir al llamado de la selección nacional.
«No, no está bien lo que hacen. Creo que se están confundiendo los papeles. Yo fui fundador de Facruz junto a Limbert Cabrera, en aquel entonces se decidió fundar la agremiación para defender al jugador contra el abuso dirigencial y no atentar contra las aspiraciones del futbolista», dijo en tono serio el
cochabambino que virtualmente venció al Covid 19, la pandemia que sacude al mundo y que el pasado 6 de julio, dos días después de su cumpleaños 57 lo “atrapó”.
De mejor semblante, el temido delantero de la selección nacional asegura que “con cuidado, disciplina y siguiendo todas las instrucciones médicas estamos venciendo a esta maldita pandemia que se está llevando a mucha gente, sobre todo del fútbol”, dijo en las instalaciones de la escuela “Pelota de Trapo” en su natal Cochabamba donde se instaló para estar en cuarentena absoluta.
En esas instalaciones donde William y sus hermanos forman jóvenes futbolistas, lo tiene de acompañante a su hermano Javier (Choco) que también se contagió y está sometido a un tratamiento.
A pocos metros de la edificación está lo que fue la escuelita qué junto a su padre, don Lucio, impulsaron todos los Ramallo cumpliendo una y otra función. «Mi hija se sumó al grupo, ella es fisioterapeuta, puedo asegurarles que tenemos el mejor equipo que muchos clubes profesionales no tienen en el país. Aquí se atienden a los chicos y también viene cuando necesita Rodrigo (su hijo que hoy juega en el CAR)», comenta el también director técnico.
El goleador que con siete «dianas» fue el máximo artillero de las eliminatorias sudamericanas que en 1993 logró el pase al Mundial histórico de Estados Unidos, volvió a criticar duramente la actitud de la agremiación (Fabol) por no permitir que los que sean convocados a la selección acudan al llamado de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Aseguró que los derechos de los jugadores fueron rebasados por la cúpula de Fabol con otras intenciones.
“No entiendo como los jugadores permiten esto, es potestad de cada uno decidir ir o no a la selección. Ellos no pueden decidir eso, puedo asegurar que hay otros móviles”, dijo.
PRIMER CASO
Recordó que pasó de Destroyers a Oriente Petrolero y entonces el dirigente José Requena se portó mal con el jugador al tratar temas económicos. «Ahí surgió Facruz (agremiación de jugadores cruceños), luchamos y ganamos, aunque no me entregaron todo lo que me correspondía».
Anunció qué pasando esta pandemia, el técnico visitará a Cabrera en Santa Cruz para «rearmar» lo que fue ese caso y las principales razones por las que se fundó Facruz y luego se amplió a Futbolistas Agremiados
PENA Y DOLOR
Ramallo, hoy director técnico e impulsor de la escuela de “Pelota de Trapo”, se mostró muy triste por la partida de muchos hombres del fútbol. Con voz entrecortada, dijo que el sector está desprotegido y que solo la agremiación se ocupa de los temas económicos y no sociales.
“Fue un duro golpe, dolió mucho la partida de don César Salinas, el presidente de la federación, de “Caimán” Elías, un querendón de San José con el que trabajé como jugador y técnico. Este virus se está llevando a muchos conocidos, amigos y hombres del fútbol”, expresó.
William después de más de un mes salió de su encierro y caminó unos 150 metros para llegar a la casa de su madre y saludarla. “Deseaba tanto verla y decirle cuanto la quiero.
Prefiero pronto salir de esto totalmente para abrazarla y besarla. Mis hermanos cuidan de ella y gracias a Dios todo está muy bien».
William insistió que supo de la penuria de muchas familias de jugadores y exfutbolistas, muy desprotegidos en este tiempo, donde ni se siente la vigencia de Fabol como pasa en otros países hermanos.
NO COMPARTO
“Yo fui fundador de la agremiación, recuerdo los fines y objetivos por los que fue creado. Pasó el tiempo y no se cumple la misión, creo que más están centrados en temas económicos. Esta dirigencia que lleva mucho tiempo al frente me invitó a sumarme al directorio, pero los rechacé porque no comparto ese tipo de trabajo”, agregó mientras se colocaba una chaqueta de la selección nacional por la caída de la tarde y el frío que también se siente en Cochabamba.
Volvió a tocar el tema de la selección nacional. “Jugar y vestir la camiseta de la selección nacional es un orgullo, que futbolista en el mundo no desea vestir los colores de su país. Es también un premio a la capacidad del jugador y la posibilidad de mostrarse para cimentar un mejor futuro. Prohibirles ir a la selección es coartar el sueño de muchos jóvenes”.
En un estante lleno de trofeos, placas, camisetas, buzos y pelotas, William tiene los más gratos recuerdos de su paso por el seleccionado nacional y aquella inolvidable clasificación.
“Cuando pasan los años, solo quedan estos recuerdos que simplemente puede contar un jugador que acudió al llamado de su selección nacional y la defendió. Si preguntamos uno por uno, seguro que nadie renunciaría a la verde. Este es un mal y nefasto paso de Fabol que a mi parecer maneja una sola persona, David Paniagua, convertido en el poder detrás del poder”.