El británico Daniel Craig deja el traje de James Bond, ya que a sus 52 años siente que le faltará resto físico para encarar un nuevo filme del famoso agente secreto. Se quedó con muchas cicatrices en 15 años en los que personificó a la estrella de Ian Fleming.
TEXTO ORLANDO KLEIN | FOTOS BRITHA ELLEFSENS
El Coronavirus que sacudió a todo el mundo, también movió la cartelera cinematográfica. Los fanáticos y seguidores del actor británico Daniel Craig que interpretó a a James Bond, el agente 007 desde 2005, le dijo adios a aquel inolvidable personaje creado por Ian Fleming.
Tras este su quinto filme, “No Time to Die”, Craig le dirá en noviembre adios al famoso agente tras 15 años de haber sido no solo la cara, sino el abdomen y la mano que sostiene su inconfundible arma. Muchos dicen que le dio un aspecto mucho más humano que sus antecesores a Bond, y lo hizo más vulnerable. Además, con sus películas logró actualizarlo y acercarlo a las nuevas generaciones.
Esta película debió ser estrenada en abril, pero se la postergó para noviembre. Craig, es hoy un hombre hablador, de bromas constantes y con un agudo humor inglés. Es considerado el 007 más adaptado y moderno de la historia. Realista, que sufre, que se enamora, llora y sangra como pocos que vinieron antes que él.
Se siente muy agradecido por la suerte de poder ser James Bond por tanto tiempo.
El físico, su estado físico, hace que también Daniel le diga adios al Agente 007. Sostiene que influye y mucho. En esta película, “me rompí la pierna. Estuve fuera de casa durante siete meses. En total, entre el guión, la filmación y ahora el lanzamiento, fueron cinco años de mi vida dedicados a este proyecto”. Insiste en que llegó la hora de entregar el traje de 007 y admite que necesita tiempo para recuperarse, para descansar: “Fui un tipo de suerte”.
En los quince años que estuvo en el traje de Bond, registró muchas cicatrices hasta que se olvió de contar. “Tengo un ortopedista que conoce cada centímetro de mi cuerpo, ahora es rico. No soy deportista, nunca practiqué deporte de manera profesional”.
“El cuerpo se esfuerza, se exige e incluso si juegas un partido de fútbol los fines de semana, en algún momento tendrás un moretón, un dolor en la rodilla, una cicatriz. El balance es positivo. Tener cicatrices es prueba de que has vivido”.
En los quince años que estuvo en el traje de Bond, registró muchas cicatrices hasta que se olvidó de contar. “Tengo un ortopedista que conoce cada centímetro de mi cuerpo, ahora es rico. No soy deportista, nunca practique deporte de manera profesional”.
A sus 52 años, Daniel admite que los años no pasan en vano. “Cuanto más viejo eres, más difícil es mantenerte en forma. Comienzo la preparación sin tener el guión. Sé que antes de conocer las líneas necesito estar en forma. Hacer ejercicio es parte del proceso de poner
mi mente en contacto con el personaje”.
Su historia con Bond, está llena de muchas y curiosas. Craig, por ejemplo, se lesionó varias veces mientras rodaba las escenas de acción del agente: en 2015 tuvo que operarse una rodilla mientras filmaba Spectre, en 2008 tuvo un esguince de muñeca cuando trabajaba para Quantum of Solace, y en 2012 se partió la pierna durante la producción de Skyfall.
Para esta última película también tuvo un accidente y tuvieron que operarle el tobillo, lo que retrasó la cinta varias semanas.
En las primeras películas, llevó hasta unos tres meses entre el gimnasio y la dieta para estar listo.
En la última película, le llevó más de seis meses lograr el mismo resultado. ¿A esta edad, qué hacer?