Por Antonio Farías Gonzalez
La selección boliviana está rodando cuesta abajo, las eliminatorias se asemejan a una pendiente muy pronunciada que el equipo intenta escalar pero, sin las herramientas suficientes para lograrlo, el efecto es contrario: va cayendo en picada.
Algo nos deja tranquilos y es que conocemos las razones de la debacle, pues hay que buscarlas primero en la desastrosa tarea de la dirigencia de la Federación.
En segundo lugar, en la deficiente y al mismo tiempo escasa tarea del entrenador quien no sabe muy bien donde está parado ni cual es su función en esta problemática del balompié nacional.
La hinchada a perdido la fe en una selección desorientada, desanimada, sin identidad, carente de estilo y librada a la buena mano de Dios.
El seleccionador Gustavo Costas ha hecho cambios de nombres, pero nada cambia. Solamente las certezas de contar con un arquero de primer nivel, y también de no tener ninguna figura de jerarquía entre los jugadores de campo.
Sin defensores habituados al ritmo internacional, sin mediocampistas capacitados para el quite y la creación, sin uno o más conductores en el campo de juego, ni delanteros con talento para inquietar o anotar.
Y un Marcelo Martins que ya no transmite la fuerza de antes.
Bolivia juega mal, por momentos muy mal. No tiene funcionamiento ni tampoco ideas claras, mucho menos respuestas anímicas ante la adversidad.
- MEDIOCAMPO SIN RECUPERACIÓN
La selección carece de hombres recuperadores de balón por características propias, que corten, interrumpan, anticipen, pero que fundamentalmente recuperen.
Con Gustavo Costas nunca se tuvo un mecanismo para obtener la pelota y generar en seguida con base en la tenencia y control del juego. Las inseguridades abundan careciendo de un buen manejo técnico.
Los volantes tampoco acompañan, no llegan, la dinámica es inexistente, y el equipo permanece partido en dos. - PORTERIA BIEN CUSTODIADA
Es el punto más alto de este ciclo: la confirmación de Billy Viscarra como el arquero titular, indiscutible, de excelente labor, evitando la goleada ante Paraguay.
El portero del Tigre está en su mejor momento y Bolivia lo aprovecha. Un lunar entre tanto negativismo.
3.SISTEMA DEFENSIVO DEPLORABLE
Costas insistió con el esquema de cinco defensores, con tres centrales -uno de ellos improvisado como Héctor Cuéllar- que no dieron la talla en estos partidos de jerarquía internacional.
Línea defensiva mal posicionada, sin reacción, ineficaz en la marca, coberturas y relevos.
- ELECCION DE JUGADORES
La selección la arma el entrenador convocando, se supone, a los mejores. Debería primar el aspecto netamente futbolístico, de rendimiento. No nos explicamos, que basados precisamente en el parámetro de rendimiento individual, se llamen a futbolistas que no son titulares en sus clubes, pero que tampoco han rendido en la selección. - ¿QUIÉN ACOMPAÑA A MARTINS?
El veterano goleador estuvo más solitario que nunca, intentando hacer algo totalmente aislado del resto del equipo. La falta de funcionamiento ofensivo, de una idea clara y bien elaborada de ataque, no le permitieron a Marcelo mostrar algo de las virtudes que quedan en su equipaje ya cansado de tanto trajín.
Juega rodeado de camisetas rivales, no se le arrima nadie, así es muy difícil. - RECUPERAR LA FIBRA
El hambre de gloria, el compromiso, las ganas, la mentalidad ganadora, la rebeldía, la pierna fuerte. Esto también forma parte del fútbol y los jugadores de la Verde lo han perdido.
EL MEJOR.
GUILLERMO VISCARRA
Destacado en las cuatro fechas disputadas hasta el momento en las clasificatorias. El mejor rendimiento individual por ahora.
Contra Paraguay fue figura, evitó una derrota por un marcador más abultado.
Elegirlo como titular ha sido el único acierto de Gustavo Costas.
PARA RESCATAR
HENRY VACA Y RODRIGO RAMALLO ANTE ECUADOR.
Ambos ingresaron en el segundo tiempo en La Paz, Vaca le cambió la cara al equipo mostrando actitud, ganas, fuerza y convicción.
Ramallo aportó orden , ubicación , esfuerzo y el gol.
JUSTINIANO. EL APLOMO DE LA EXPERIENCIA
Jugó casi una hora en el cotejo ante los ecuatorianos y brindó serenidad, precisión y presencia en el mediocampo nacional.
Tomó la iniciativa y empujó al equipo hacia adelante, se cansó muy rápido. No estuvo en el encuentro en Asunción.
RENDIMIENTO DEFICIENTE
GABRIEL VILLAMIL
Del volante de Bolívar se esperan muchas cosas, quizás demasiadas, y por ahora el desafío lo ha sobrepasado. Se excede en el juego brusco y su calidad técnica no ha experimentado un crecimiento.
MOISES VILLARROEL
De muy buen nivel en su actual club, Águilas Doradas, líder del torneo colombiano donde Moisés es titular.
En la selección muestra por momentos una apatía insoportable.
NO APORTARON NADA.
HÉCTOR CUELLAR. Improvisado marcador central, seleccionó contra Ecuador y repitió una pobre actuación en Paraguay.
El culpable es el entrenador por forzar su titularidad en una posición que el jugador desconoce.
MARCELO MARTINS
Enfrascado en discusiones por premios a favor de sus compañeros, en diálogos ríspidos con parte del periodismo, el capitán boliviano no ha influido positivamente en la cancha.
Siente la presión de cargarse el equipo sobre los hombros que le asigna la afición en general.
GUSTAVO COSTAS
Hasta ahora el argentino ha fracasado rotundamente en la conducción del seleccionado.
No ha podido edificar un modelo de juego, la tarea de perfeccionamiento y mejora de sus futbolistas ha sido pésima. No ha logrado transmitir orden, disciplina en el campo ni mentalidad ganadora para afrontar los partidos.
Aplazado.