Por Antonio Farías González
Oscar Villegas asumió de urgencia, por necesidad, ya que la dirigencia no encontró rápidamente al sustituto de Zago. Villegas fue inicialmente nombrado como director de selecciones menores, con un proyecto que abarca diez años, pero ante el vacío en el cargo fue elegido como entrenador de la absoluta con la responsabilidad de manejar todo el fútbol de la Verde.
El propósito renovador alcanzó a los mayores y Villegas no dudó en apartar del equipo a los históricos y convocar gente nueva y, sobre todo, joven, sin mayor experiencia en eliminatorias mundialistas.
El golpe de timón alcanzó también a la sede de los partidos: el Hernando Siles cedió su lugar al estadio Municipal de Villa Ingenio, El Titán de la ciudad de El Alto sería el novedoso escenario para la disputa de los encuentros clasificatorios. Fue el expreso pedido – según se dice – de el técnico nacional, con el objetivo claro y preciso de ganar la totalidad de los puntos restantes en condición de local, sobre los 4.100 metros de altura del estadio alteño.
Las modificaciones tácticas fueron evidentes, pues el fútbol lento e irresoluto dio paso a una mayor intensidad, con mayor convicción ganadora, dinámica y contundencia.
Un esquema definido con línea de cuatro en el fondo, cinco volantes ubicados a lo ancho del terreno para cubrir espacios interiores y los costados, y un solo delantero de punta, buscando mayor agresividad en el ataque y la marca, gran despliegue y una actitud sólida para superar las adversidades que sufrieran durante los noventa minutos.
Arrancó en El Alto contra Venezuela y fue triunfo por goleada de 4 a 0. Luego el batacazo en Santiago ganando por primera vez de visita a Chile por 2 a 1, para continuar con un resonante triunfo ante Colombia otra vez en Villa Ingenio con un golazo de Miguelito.
Nueve puntos sobre nueve, y las ilusiones recuperadas, el anhelo de llegar al mundial, renovado, y el salto en la tabla desde el último puesto para meter a la selección en zona de clasificación.
Vendría un inesperada -porque nunca había ocurrido en el eliminatorias- goleada en contra por seis goles frente a la Argentina campeona del mundo. Un tropezón que todos, cuerpo técnico, futbolistas, dirigentes, periodistas e hinchada, consideraron que no es caída. Una bofetada muy dura que la selección recibió de los albiceleste, pero que no hizo olvidar todo lo bueno que se había hecho hasta ese partido desde que asumiera Villegas.
Los números de Villegas
Partidos dirigidos 4
Ganados 3
Perdido 1
Goles a favor 7
Goles en contra 7
EL CICLO DEL BRASILEÑO ZAGO
La selección de Bolivia inició la temporada afrontando un par de partidos amistosos ante Argelia y Andorra, con Antonio Carlos Zago en la dirección técnica, mostrando un nivel intermitente, una propuesta tímida en lo ofensivo y plagada de errores en el aspecto defensivo. Una derrota ante los africanos y victoria ante la sumamente débil selección andorrana, dejaron poco espacio para el optimismo.
La preparación para la Copa América tuvo el desafío de tres encuentros no oficiales- todos en calidad de visitante – ante la selección sub 23 de México con derrota por 0 a 1, contra Ecuador con un marcador contrario de 1 a 3, y otro choque perdido frente a Colombia con el marcador de 0 a 3.
Lo más preocupante fue la falta evidente de una idea de juego y una escasa capacidad para superar la adversidad con respuestas cuando menos individuales ante la ausencia de un rendimiento colectivo.
Las alarmas sonaban muy fuertes, Zago había perdido el control del equipo y el derrotero culminaría sin soluciones a la vista en el fracaso del torneo continental organizado por Estados Unidos.
La Copa América significó la debacle total, la confirmación del paupérrimo nivel del fútbol nacional, la desorientación completa de los jugadores de la Verde – que para colmo fue la Roja en ese torneo- y la confusión desesperante que mostraba el brasileño en la conducción del plantel.
La selección anfitriona, el Uruguay de Bielsa y el combinado centroamericano de Panamá no tuvieron inconvenientes en someter en juego y resultados a Bolivia que cosechó tres derrotas inaceptables por, sobre todo, la falta de actitud de un equipo que al parecer fue preparado para el naufragio sin salvación.
Lo bueno fue que la participación boliviana le dio la salida a Zago que, casi de inmediato, retornó a su país con la valija de derrotas vergonzosas sobre la espalda.
Los números de Antonio Carlos Zago en el 2024
Partidos dirigidos 8
Ganados 1
Perdidos 7
Goles a favor 5
Goles en contra 20
GOLPE DE TIMÓN
La salida de Zago obligó a la directiva federativa a tomar al toro por las astas, ya no sólo para reemplazar al brasileño sino para realizar un cambio drástico en el discurso y el trabajo planificado.
Es necesario afirmar que el presidente de la Federación, Fernando Costa y los miembros del Comité ejecutivo, tuvieron el acierto de escuchar todas las voces que se alzaban, principalmente del periodismo deportivo, para exigir un cambio de las estructuras. Así fue que se decidió nombrar a Oscar Villegas en el cargo de entrenador del representativo nacional para los mayores y todo el trabajo de base de las menores.
El proyecto de diez años y la renovación es el caballito de batalla, y ha causado satisfacción en la afición en general que ve con buenos ojos el rejuvenecimiento del combinado absoluto, y la reestructuración del balompié nacional en todos sus estamentos.
LO QUE VIENE
Las eliminatorias se han convertido en el objetivo inmediato, debido a dos razones principales: primero, los triunfos consecutivos e inesperados, sobre todo ante Chile en Santiago, que le permitieron a la selección ilusionarse nuevamente con una clasificación al mundial. Segundo, la sede de Villa Ingenio en El Alto se ha convertido en un reducto fuerte que favorece a nuestro combinado por el temor que infunde en los rivales, lograr la totalidad de unidades como local es fundamental, y el próximo choque contra Paraguay es clave.
Oscar Villegas tiene, acompañado por la federación se supone, por lo menos desde el discurso y la declaración de intenciones, como propósito principal el proyecto a diez años desde las divisiones de menores, para el crecimiento del balompié nacional, y para eso deberá trabajar.
NO SE PERMITEN MAS ERRORES
El fútbol boliviano no admite más errores en su administración si el objetivo es…
Primero: Continuar peleando una clasificación -por lo menos en repesca- al próximo mundial, para lo cual la fecha eliminatoria de noviembre ante Ecuador y Paraguay será clave.
Segundo: Proyectar un progreso futbolístico a diez años, con un programa claramente establecido, una planificación detallada llevada a cabo responsable, estricta y disciplinadamente.
Tercero: Crear una identidad de juego que sea transversal no solamente a las selecciones (de menores y la absoluta) sino a todos los equipos y sus categorías, para lo cual debe establecerse una metodología de trabajo a nivel nacional, adaptada y matizada por la realidad de cada departamento, ciudad, localidad, región geográfica, realidad demográfica, posibilidades económicas e idiosincrasia.
FINANCIAMIENTO
La Federación Boliviana de fútbol debe financiar en parte este proyecto con su contraparte en los clubes, los cuales deben tener la obligación de cumplir en todos los aspectos previstos para realizar una labor unificada en criterios, principios, valores y objetivos.
El ente que rige el fútbol nacional debe dirigir la mayor parte de sus ingresos a financiar este trabajo, pues, al fin y al cabo, el dinero que recibe de Conmebol y Fifa sirve para este propósito principal.
CREAR INFRAESTRUCTURA
En el eje troncal, para el desarrollo de las divisiones básicas, desde los 15 a los 19 años, se necesitan campos de entrenamiento, lugares para concentraciones de los planteles, comedores, gimnasios, etc.etc.
CUERPOS TÉCNICOS ESTABLES
Los profesionales, a la cabeza de quien está a cargo del plan decenal (por ahora Oscar Villegas) deben constituir un cuerpo técnico estable, interdisciplinario en lo posible, que realicen y deleguen sus decisiones a monitores locales, quienes realizarían una labor específicamente técnica, sumada ala captación de talentos. Todo esto en la tarea que corresponde a la Federación y sus seleccionados.
Es un programa de trabajo arduo, duro, sofocante, sacrificado pero que necesita de precisión en su ejecución, sabiduría en las decisiones y perseverancia, solamente así se llegará a la meta exitosamente.