EL ILUSTRADOR JOSÉ JUSTINIANO PINTO TRA-BAJA AHORA CON EL DEPORTE EN EL QUE, CO-MO ÉL MISMO CONFIESA, ES EL SUEÑO DE SU VIDA: RETRATAR A LAS FIGURAS DEL FÚTBOL.
Por Edgar Tejerina Casablanca
JOSÉ JUSTINIANO PINTO (Pepsini, como le gusta que le llamen) ilustra a tiempo parcial en su casa en Santa Cruz de la Sierra. Todo comenzó en tiempo de pande-mia, y su obra no ha parado de crecer en los últimos años, en los últimos meses.
Utiliza tanto dibujo como pintura a mano. “Sigo traba-jando de la forma que más me gusta: últimamente he pasado mucho tiempo experimentando con diferentes futbolistas nacionales, con técnicas y pinceles, lo que me permite explorar ángulos y nuevos públicos para mis obras”, explica el hombre de fe, ya que es muy agradecido a Dios, que le permitió cambiar de rumbo y encontrar este camino.
“Tío Rubén, hermano de mi papá me alentó con esto”, dice y cuenta que desde niño comenzó con sus trazos, pues hacia las tareas de otros compañeros. “Me paga-ban, comencé a tener técnica y eso me animo a seguir dibujando. Ya llevo unos 22 años dibujando, pero hace 5 pintando”.
Pepsini, como lo llaman sus amigos, refiere a que utilizó café soluble para hacer sus pinturas en tiempo de pan-demia, “no tenía material, pues su textura es como la acuarela, me di modos ya que tenía algunos pedidos”, cuenta el pintor.
En ese tiempo, recuerda que pintó a Anabel, estrella de la TV nacional. “Le hice un dibujo y ella lo subió al face, y comencé a tener seguidores y también gente interesa-da en hacerse una pintura”.
Pepsini afirma que dibuja lo que le gusta y lo que quiere dibujar, lejos de presiones externas.
De hecho, Justiniano comienza a ser el clásico artista adicto a las redes sociales, pues estos medios permitie-ron conocer mucho más su trabajo, sobre todo en el mundo del fútbol.
“Trabajo para ampliar mi cartera de clientes y hacer cre-cer mi nombre en el mundo del deporte y social, que no es precisamente sencillo”, apunta el hincha de la selec-ción nacional, que no pierde la esperanza de llegar al Mundial.
La imagen de Marcelo Martins lo mostró mucho más en las redes sociales. “Marcelo vio en Instagram y quería le haga una pintura. Le lleve al hotel, me pago y allí me re-galo su polera de la selección, estaba firmada. Fue un gran regalo”.
José cuenta que le hará una gigante pintura al «Mata-dor» en un muro interior de su casa, con todos los equi-pos por los que pasó y que mostrarán toda su trayecto-ria “y terminando con la camiseta de Oriente”, donde desea terminar su carrera.
Se emociona al referir cada una de sus obras.
“Me he divertido mucho dibujando los primeros retra-tos, ya hice algunos y seguro iré haciendo muchos más”.
En un pasado cercano hizo para Joselito Vaca, una pin-tura en su homenaje, pues “soy hincha de Blooming”, insiste.
Pepe, es seguidor del Milan de Italia y bueno ahí surgió su apodo: Pepsini.