“Ahora puedo morir tranquilo”, dijo Marco Antonio Etcheverry, en la ceremonia en la que fue reconocido oficialmente como miembro del Salón de la Fama del Fútbol Nacional (NSHF, por sus siglas en inglés), un homenaje que le fue concedido por su aporte al desarrollo de ese deporte en los Estados Unidos.
Etcheverry fue uno de los pioneros en la Major League Soccer (MLS), a la que llegó en 1996, el mismo año que fue creada esta liga que resultó ser el definitivo intento por poner a Estados Unidos entre las potencias del fútbol, un deporte que se había estacando con una primera división semiprofesional, mientras que fuera de los estadios estaba limitado a la práctica entre las colegialas y universitarias.
OCHO TEMPORADAS
Tras haber jugado en Albacete de España, Colo Colo y América de Cali, se convirtió en figura y capitán en el equipo D.C. United, durante ocho temporadas hizo gala de su talento con el balón, de su gambeta para sembrar rivales y ayudar a su equipo a conse-guir sus primeros cuatro títulos en la MLS, además con conquistas a nivel continental como la Liga de Campeones y la Copa Interamericana de 1998 en una recordada final en la que superó a Vasco da Gama de Brasil.
La imagen triunfadora de ‘El Diablo’ hizo que los estadios se llenaran de fanáticos, no solamente bolivianos, sino latinos. Salvado-reños, hondureños colombianos, que se sentían identificados con él. Luego convocó también a los hinchas estadounidenses, los niños le pedían autógrafos… querían jugar al ‘soccer’ como su ídolo de melena ensortijada.
En el equipo de la capital de Estados Unidos tuvo como compañero a Jaime Moreno, el primer boliviano que fue reconocido como integrante del mismo Salón de la Fama, en 2021, y que acompañó a ‘El Diablo’ el sábado pasado en la ceremonia que tuvo lugar en la sede de la entidad en Dallas, en la cual hizo de traductor de español a inglés del discurso de Etcheverry.
Desde la primera temporada, puso alta la vara. En el partido por el título, por ejemplo tres asistencias suyas dieron lugar a los goles con los que el DC United logró su primera corona, remontando los dos goles con los que iba perdiendo ante LA Galaxy.
MEJOR TEMPORADA
Sin duda que 1998 fue su mejor temporada porque anotó diez goles, seis de ellos de tiro libre y 19 asistencias, por lo que ganó reconocimientos individuales. Al año siguiente, Etcheverry acumuló cuatro goles y 17 asistencias, ayudando al D.C. a conseguir su tercer título en cuatro años. Cuando cerró su campaña en el país del norte, había acumulado 34 goles y 101 asistencias, con 191 partidos disputados. Al año siguiente, retornó a Bolivia para cerrar su carrera en Bolívar.
“Recibí el mayor honor que da el fútbol que los Estados Unidos. Estoy agradecido que me reconozca un país que no es el mío, eso es algo extraordinario. Hubo momentos de sacrificio, de quitar tiempo a la familia, pero esta es la recompensa que uno recibe, porque se hace un homenaje en vida”, sostuvo.
SACO ROJO
Durante la gala, Jaime Moreno fue el encargado de presentarlo. “Estoy seguro que Bolivia celebra por este homenaje, que es como el Oscar para el fútbol. Estoy orgulloso de presentar este premio, porque lo mereces más que nadie. Señoras y señores, con ustedes… Marco Etcheverry”, dijo, a tiempo de enfundarle el saco rojo con el logo de la promoción 2022 del NSHF.
Etcheverry anunció tras la ceremonia que en agosto próximo tiene previsto retornar a Estados Unidos, para trabajar en un proyecto relacionado al fútbol, y muy posiblemente junto a Jaime Moreno. Socios en la cancha, el fútbol los vuelve a unir, en homenajes y ahora posiblemente en proyectos conjuntos.