Por Antonio Farías Gonzales
El Stade de Source de la ciudad de Orleans, en Francia, recibió a Bolivia y Senegal en partido amistoso previo al mundial Qatar 2022, en el cual el campeón africano busca ser la revelación.
Pablo Escobar dirigió a la escuadra verde en la derrota ante los africanos por 0-2, en un partido que puede llamarse de transición, desde un ciclo que terminó oficialmente de cerrarse – el de Cesar Farías – y otro que aún no se inicia – el del nuevo estratega Gustavo Costas – y que comenzará en noviembre.
En medio de un mar de dudas en relación a lo que podía ofrecer el combinado nacional ante una selección bien trabajada, con un director técnico – Aliou Cissé – al mando desde el 2015 y con el logro más destacado de su historia que es haber conseguido el título de la copa africana de naciones el 2021.
Hay cosas buenas y malas que se extraen del análisis de los noventa minutos, con dos etapas totalmente diferentes: la primera con un equipo nacional inseguro, mal en defensa y superado por el rival, y una segunda en la cual Bolivia revirtió el trámite y pudo emparejarlo creando incluso un par de situaciones de gol ante el arco senegalés.
Nuestra selección cometió los mismos errores de siempre, careció de la creatividad y juego ofensivo como en innumerables cotejos de talla internacional, y la desconcentración y falta de atención en detalles que al final le cuestan muy caro. Mal endémico del futbol boliviano.
El balance sirve sobre todo para valorar el comportamiento de los jugadores en la cancha en todos los aspectos, desde el técnico hasta el táctico pasando por el físico y mental. La búsqueda será necesariamente del equilibrio en todos los sentidos, el de un plantel que combine experiencia y juventud, una propuesta que logre intensidad y protagonismo tanto de local como visitante, un sistema acorde a las características del modelo de juego del entrenador, etc., etc.
Y estas conclusiones deben servirle a Costas para evaluar inicialmente lo que algunos de los convocados pueden ofrecer para más adelante en procura del objetivo más importante el cual es las eliminatorias rumbo al mundial 2026 que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
LO BUENO
1
APARICIÓN DE JÓVENES
La idea del cuerpo técnico es combinar la experiencia en eliminatorias de jugadores que participaron en el anterior ciclo y nuevos futbolistas, varios de ellos debutantes, que muestren condiciones para formar parte de futuras convocatorias.
En esta línea se pueden destacar cuatro nombres que mostraron sus aptitudes ante Senegal y que respondieron a la confianza de los técnicos: Gabriel Villamil, de Bolívar; Ramiro Vaca, del Beerschot de Bélgica; Jaume Cuellar, del Lugo de España y Miguel Terceros, del Santos de Brasil. No decepcionaron en absoluto y exhibieron, además de sus naturales condiciones, algo que para el fútbol es muy preciado por su escasez: mentalidad ganadora y atrevimiento. Jugaron sin complejos y eso es lo más destacable en su labor.
2
CAMBIO DE ACTITUD EN EL 2do.TIEMPO
Cambió la actitud, y a partir de ahí, mejoró el funcionamiento del equipo. El entretiempo y la charla con el cuerpo técnico fueron fundamentales para mostrar otra cara, no tan sumisa ni desordenada, en la segunda fracción del partido. Revirtió la imagen tibia del inicio y equiparó con cierta convicción el nivel del rival. Bolivia se animó a atacar más, a tener la pelota, a marcar con mayor rigurosidad y pelear la pelota palmo a palmo. Pudo haber llegado algún gol a favor de los bolivianos, pero eso es lo de menos.
3
EL CAMBIO DE SISTEMA
En los segundos cuarenta y cinco minutos utilizó un 4–4–2 que le resultó mucho mejor. Engrosó el medio sector, ensanchó el campo para tener amplitud, logró mayor dinámica y la posibilidad de juntar a los que saben con el balón.
4
CARLOS LAMPE
Es el arquero titular de esta selección y lo demostró brindando confianza desde el arco. Dejó su equipo actual, el Atlético Tucumán, que pelea la punta en la súper liga de Argentina con la firme convicción de que lo más importante es defender el pórtico del plantel nacional.
5
VIRTUDES COLECTIVAS E INDIVIDUALES
Pese a la derrota y la imagen preocupante de la primera parte del encuentro, Bolivia mostró sus virtudes colectivas y recursos individuales, hay que potenciarlos por supuesto con trabajo – hay poco tiempo, sin embargo – y dialogando mucho para que las idea madre de la nueva conducción cale hondo en la conducta futbolística de cada uno.
LO MALO
1
RENDIMIENTO DE ALGUNOS CONVOCADOS
No todos estuvieron a la altura del desafío, pero no por falta de condiciones sino porque no asumieron la importancia ni la responsabilidad del compromiso. Son jugadores con experiencia y deberán modificar su postura pues la confianza –y las exigencias mayores– estará puesta en su tarea.
2
EL SISTEMA
El de la primera etapa que fue un 3–5–2, que no funcionó, no se lo trabajó lo suficiente por falta de tiempo y la memoria táctica de los jugadores, que se movieron con un es-quema similar el ciclo anterior, no alcanzó. Los sectores laterales fueron muy descuida-dos, un defecto muy bien aprovechado por la velocidad de los hombres de Senegal, el retroceso fue deficiente y lento, el mediocampo careció de creatividad y los dos delanteros naufragaron aislados y separados del resto del equipo. Costas lo pensará mucho antes de utilizar este sistema en partidos oficiales.
3
FASE DE INICIO, SALIDAS Y PATRIADAS
Bolivia se equivocó dos veces en la salida desde el fondo, intentando iniciar juego desde su campo y en ambas fueron goles de Senegal. Los tres centrales y los laterales volantes no entendieron correctamente la disposición para salir prolijamente y quedaron mal parados en las transiciones de los africanos.
Jairo Quinteros, con el partido abajo 0 a 1, se arriesgó en una “patriada” llevando el balón en un traslado largo y solitario y sucumbió a la altura del círculo central ante la marca a presión de los contrarios, perdió el balón y generó la jugada del penal, capitalizada por Mané para el segundo gol. Concentración y respeto por el fútbol colectivo, primordial si se busca una selección competitiva.
4
LA AUSENCIA DE GUSTAVO COSTAS
El argentino no tiene la culpa claro, debe cumplir todavía el contrato que tiene con Palestino de Chile y esa obligación le impidió estar en el banquillo de la verde. La improvisación en el fútbol boliviano no permite que la selección esté ya trabajando con el entrenador titular. A recuperar entonces el tiempo perdido, en la medida de lo posible, desde noviembre.