EL FOTOPERIODISTA Y RELATOR DEPORTIVO FERNANDO CARTAGENA DEJÓ LA CÁMARA FOTOGRÁFICA Y EL MICRÓFONO PARA «SOBREVIVIR» EN ESTA CUARENTENA QUE TAMBIEN «MATA» MUCHOS TRABAJOS.
TEXTO EDGAR TEJERINA | FOTO DIEGO CARTAGENA
ESTA PANDEMIA CAMBIÓ LA VIDA Y LA RUTINA DE TODOS DIAMETRALMENTE, también cambió la de Esteban Fernando Cartagena (51), relator deportivo de radio Panamericana y fotoperiodista del matutino La Razón.
En este tiempo de cuarentena cambio de actividad apelando a su «buena mano» para el preparado de los asados. «Nos cambio a todos totalmente, nadie esta librado a contraer este coronavirus».
Fernando junto a su familia decidieron hacer asados y parrilladas, y entregar a domicilio. La ardua tarea es el fin de semana, ya que suman los pedidos para sábado y domingo. «Había que buscar la forma de generar unos pesos, estuve de vacación en el periódico, pero ya nos invitaron a renunciar».
«Cartacho» llamado así cariñosamente por los amigos, principalmente los periodistas deportivos del país, que ya conocen de su buen preparado de ricos platillos de carne de res, pescado y pollo. Lleva 35 años trabajando con una cámara fotográfica en la mano, y recuerda sus inicios en las cámaras obscuras del diario Opinión, donde revelaba rollos, y poco a poco descubrió el secreto y magia de ese maravilloso mundo. «Me inicie en 1985 en el diario Opinión con Fernando y Rafael Balderrama». Recuerda su paso por Los Tiempos y La Razón y muchas agencias internacionales requirieron de sus servicios. También tuvo su paso por el periódico Hoy de La Paz, El Mundo de Santa Cruz y Presencia de La Paz.
Se muestra muy preocupado por el gremio, ya que a diario se conoce de despidos en los medios escritos, invitaciones a dejar sus cargos, reducción de sueldos y también el cierre de programas en la radio y televisión. «Me tiene preocupado, conozco a tanta gente y muchos están ya sin trabajo. Estuve de vacación, pronto vuelvo, pero ya me invitaron a renunciar, pero tengo fe en Dios que algo pondrá en mi camino».
Fernando hizo gustar a todo visitante sus deliciosos platillos que son preparados personalmente, incluso la llajwa cochabambina lo prepara un batán de piedra.
GRAN SUSTO
Susana Peredo, su esposa, causó una gran preocupación a poco de darse la cuarentena rígida en el país. Tuvo algunos síntomas que encendieron las alarmas en toda la familia Cartagena Peredo. «Fue grande el susto, particularmente en mi pequeño hijo (Carlitos), pero gracias a Dios las pruebas dieron negativo y volvió la paz a nuestros corazones, pero ahora tomamos todas las medidas de seguridad que ameritan».
Diego, que siguió los pasos de su papá y hoy es un periodista profesional, se suma a las tareas. Es el brazo derecho en la preparación de las carnes. «Daniel es el delivery, él coadyuva las entregas. María Fernanda y Carlitos registran los pedidos, y mi esposita alista el arroz con queso».
Nano extraña la radio, el fútbol, la actividad diaria de cobertura noticiosa. «Extraño todo, el trabajo diario en la calle, a los colegas, a los amigos y hasta los conflictos, pues eso genera que mi trabajo sea requerido».
Nicolasa es su señora madre, hoy un poco delicada, es muy cuidada por el hijo y los nietos. Ella también formó parte del equipo, siempre afanosa, gentil y dadivosa. «Somos solo dos hijos, mi hermana Elizabeth vive en Europa, pero siempre está al tanto de nosotros y de mi mamita».
CAMBIO EN SU VIDA
Poco antes de la invasión de esta pandemia, Fernando sintió un cambio en su vida. La salud de su esposa y un accidente automovilístico que sufrió su hijo hace tiempo sirvió para la reflexión, y mucho más al haber pasado la barrera de los 50 años. «Doy gracias a Dios por mi familia, hoy siento el gran amor de mis hijos, de mi esposa y soy un hombre bendecido de tener a mi lado a mi mami. Las cosas pasan por algo, así que nos reinventaremos tras derrotar a este mal».
«Cartacho» con voz entrecortada habla de los colegas, muchos ya sin trabajo, algunos delicados y afectados por este virus y alguno fallecido. «Duele, duele mucho… y vemos que nuestro gremio esta desprotegido. No tenemos un seguro médico y la mayoría de los periodistas trabajamos alquilando espacios, generando nuestros propios recursos. Ojalá esto nos haga reflexionar para pensar en un mejor futuro y no estar a la deriva».
ABOGADO
En 1993 Fernando se graduó de abogado en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), aunque nunca llegó a ejercer.Colaboró como asesor en varias instituciones y orientó en temas legales en el Círculo de Periodistas Deportivos de Cochabamba donde cumple funciones dirigenciales. «Este tiempo es de análisis, así que veremos que pasa de aquí en adelante. Estoy siempre actualizado con el derecho, por ahí surge la decisión de ejercer, pero mi vida siempre fue dedicada a la fotografía».