Brianna Figueredo, un día decidió: «Tengo que ir al mundial y mejor si es acompañando a Bolivia».
Recuerda que ese deseo se plasmó un antes de la cita de Catar. Comenzó a ahorrar y ahorrar…
«Mi mamá me vio en mis afanes y me pre-guntó que pasaba conmigo y le comenté», cuenta esta jovencita nacida en Estados Unidos hace 20 años, pero que se siente muy paceña y hasta es «atigrada».
Uno cierto día su mamá la sorprendió y le di-jo que ella pagaría los pasajes hasta Catar, Brianna estalló de alegría. Abrazo y besó a su madre, ya que era la forma de agradecer por cristalizar su deseo.
Brianna puso su granito de arena, comenzó a trabajar en los Estados Unidos, allá en Vir-ginia donde vive su progenitora.
«Fui juntando centavo a centavo, fue con-tando y contando y hasta tuve paga pagar una entrada que costaba dos mil dólares», cuenta esta jovencita que ya hizo historia y que ahora desea acompaña en el próximo mundial de Estados Unidos y México.
Brianna llevó mucho entusiasmo, poca plata y derrochó belleza en Catar, durante el mundial que coronó a Argentina como el nuevo cam-peón.
«Mi favorito era Brasil, pero no merecían ganar porque no era el equipo que estaba jugando. Me dio pena, pero luego todo se superó con la clasificación de Argentina», dice esta joven que, con apoyo de su mamá, sus ahorros y empresas que la patrocinaron, recorrió las cálidas tierras de Catar.
«De lo que más sufrí, fue la comida. No me gus-taron mucho el pollo que era muy seco, su ensa-lada que no se asemejaba a la nuestra, y bueno tuve que saciar mi hambre con su pan y poroto todos los días», dice de su día a día, donde no descuido las redes sociales, debía promocionar a su esponsors y logró 110 mil seguidores en las redes sociales y en tik tok 88 mil una comuni-dad.
Hizo amigos, muchos amigos latinoamericanos y muchos catarís, y en tres días subió en 10 mil sus seguidores en las redes.
«Tenía muchos amigos argentinos y mexicanos, pasé lindos momentos y en las tribunas aparecí con la bandera nacional, era algo emocionante, un sueño hecho realidad. Hoy ya pienso en el siguiente mundial, donde Bolivia debe ir, ya que tiene muchas y mejores posibilidades que hoy.
Brianna recorrió kilómetros y kilómetros bus-cando entradas, pues algunas de la primera fase las compró hace meses, pero para las siguientes no tenía, debido a que asistió como cualquier hincha del fútbol. «Vi los cuartos de final y el partido por el tercer puesto, la final la seguí por celular, fue emocionante. Yo estaba en las afue-ras del estadio».
Cuenta que algunas entradas las adquirió pa-gando 2 mil dólares. Muchas tenían un valor de tres mil.
«Trabajé con un grupo de niños previo al mun-dial y logré juntar mi platita, todo lo demás gas-té de mi cuenta».
La Universidad Liberty, es donde estudia y espe-ra pronto culminar para venir al país y aportar en la formación de niños y jóvenes deportistas.
Brianna tiene dos hermanos, uno mayor y otro menor. No les gusta el fútbol. «No te voy a ver, porque siempre pierdes y no se que haces junto a 22 personas siguiendo una pelota», cuenta que le dice uno de sus hermanos, pero que la quieren y miman muchísimo.
Nacida en Estados Unidos, un 22 de junio, Brianna, tiene fe en la clasificación de Bolivia al siguiente mundial. «Irán más, hay más espacio, considero que ya deberíamos estar trabajando. Se fue Farías, que dio oportunidad a muchos jó-venes que hoy seguro serán parte del nuevo proceso».
Se confiesa admiradora del argentino Messi. «Es un gran jugador y fue líder en el triunfo ante Francia».
En Bolivia es hincha del Tigre, en Sudamérica del argentino Boca y a nivel mundial, le gusta Barcelona. «En Estados Unidos sigo al DC Uni-ted».
Es simpática, pero nunca se le pasó por la cabe-za ser modelo de pasarelas. «Soy modelo de marcas deportivas y no de belleza, así que se-guiré en esto que es lo mío».
«Uno de mis mayores sueños es poder empode-rar el movimiento a las disciplinas del deporte dentro de Bolivia. Actualmente estudio manejo y administración deportiva y estoy siguiendo con las licencias para llegar a ser director técnico Profesional de Fútbol. Certificada por grandes organizaciones como tales; Conmebol, La Alcal-día de La Paz, Washington Spirit (USA)».
Su pasión y amor por el fútbol empezó desde muy niña, «la vida nunca quiso separarme de este único e increíble deporte. Desde ser juga-dora, DT, a pasar ser futura profesional; me mo-tiva mucho no solo por el lado individual; si no para demostrar que capaces que somos los boli-vianos».
Brianna agradece a la gente buena que se cruzo en su camino; «por que gracias a ellos llegue ser la persona que soy. Un cariño especial a mi Fa-milia Figueredo, Rivero, Ariñez y a toda esa gen-te que me rodea dándome ánimos para inspirar a más».
ES TIGRESA Y JUGÓ HASTA LOGRAR SUS SUEÑOS
Jugó fútbol en filas de The Strongest, se desempeñaba como marcadora central. «Me hice tigresa desde la cuna, fue por mi papá, es una institución que quiero muchísimo», dice. En la fotografía aparece cuando pisaba el césped del complejo de Achumani.
Le ofrecieron jugar en otro equipo y rechazo, aprendió mucho del director técnico, Erwin Ramallo y asegura que ese tiempo se con-firmó una buena plantilla de jugadoras.
«No, no he dejado el fútbol, aunque por ahora estoy desempeñándome como enre-dadora, ya que tengo título. La llegada de Pablo Cabanillas, hizo que dejará mi contac-to con la pelota en la cancha», sostiene.
Brianna, considera que el fútbol femenino en el país está en crecimiento, pero que ne-cesita de mayor apoyo de la dirigencia y de mejores cuerpos técnicos.
«No puedo decir cuando, pero con seguridad cuando se de la oportunidad, me pondré la camiseta atigrada y me pondré a jugar, es al-go que llevó en la sangre», insiste la simpáti-ca jovencita.