Por Casagrande
Para el destacado periodista deportivo José Vila de la Viña, más conocido como Tito de la Viña, antes de ilusionarse con una clasificación al Mundial 2030, lo primero que hay que hacer es sentar bases firmes y sólidas para volver a soñar con la presencia en una Copa del Mundo.
Sugiere que el proceso que se iniciará en noviembre con Gustavo Costas como entrenador de la Verde tenga como objetivo clasificar al Mundial 2034, con jugadores bien formados y talentosos como en el año 94.
—Don Tito, ¿cómo ve a la nueva Selección boliviana de fútbol?
—Toda la vida ha habido un descontento cuando se forma la Selección, pero estaba vez hay un descontento mayor. Se hizo mucha propaganda para que la gente se ilusione y las cosas vayan mejor, pero mucha gente que está volviendo no ha mejorado nada. Es una cosa artificiosa y hay que pensar en una cosa que es fundamental: seguimos siendo últi-mos y tenemos que apuntar a salir de ahí.
En el pasado, con tanta propaganda que se hizo, mucha gente esperaba que clasificára-mos al Mundial, sin tener en cuenta que no teníamos la base fundamental como para alcanzar el logro.
Recordemos lo que pasó cuando Bolivia clasificó al Mundial Estados Unidos 94 de la mano del entrenador Xabier Azkargorta, en esa ocasión se hizo un gran trabajo en la parte de la formación y la disciplina. Ese equipo empezó a caminar bien, poco a poco se fue armando hasta llegar al extremo de que podíamos asegurar que iba a ir al Mundial y fue al Mundial. Ese aspecto hay que tomar en cuenta, no es cuestión de decir vamos a ir al Mundial, y en la práctica eso no se ve.
No hay renovación de gente para ir al Mundial, son pocos los que están preparados para adecuarse a esas circunstancias, se está probando mucha gente y eso es contraproducen-te como para que el hincha vuelva a tener confianza.
Si comparamos con lo que ha pasado en la última eliminatoria, la selección que más ha progresado es Ecuador, que tiene una escuela de fútbol magnífica donde está cimentada la clasificación al siguiente Mundial, ésa es la base y en Bolivia no tenemos esa base, se ha ido perdiendo terreno poco a poco, no hay confianza en la gente nueva que está en-trando en esos cuadros que se pretende para ir a un Mundial.
—¿Qué le falta a Bolivia para volver a ilusionarse con una clasificación al Mundial?
—Ir a un Mundial no es solamente decir vamos a participar, hay que ir con lo mejor de la gente con experiencia y nueva, que esté bien formada y preparada, eso se da a través de la capitalización de jugadores que antes daban la Academia ‘Tahuichi’ de Santa Cruz y Enrique Happ de Cochabamba, solo por mencionar dos que tenían buena formación y es-taban bien fogueados porque competían en torneos europeos e internacionales.
Ahora hay mucha inseguridad, inestabilidad, se ven muchos cambios y por todo lado, has-ta el momento no se vislumbra un equipo que sea seguro.
El público ha perdido confianza en su selección porque es muy difícil armar un equipo que nos pueda redituar alegrías, renovar lindas experiencias teniendo mucha más gente joven.
Antes teníamos figuras consolidadas como el ’Diablo’ Etcheverry, ‘Platiní’ Sánchez, quie-nes han seguido un proceso de trabajo desde abajo y cuando ya estaban bien formados mostraron su talento y calidad futbolística. Eso en la actualidad no hay, han pasado los años y no veo una formación de esa naturaleza.
Lo de hoy es muy esporádico, sale un jugador, juega bien un partido, hace un gol y ya es figura, pero no tiene la formación como para sustentar en el tiempo esas virtudes.
La Selección que participó en la última eliminatoria ha sido una de las peores.
Nos va a costar años igualarnos con lo que hace Ecuador, ni qué decir de Brasil, Argentina, Uruguay, y Perú, que en los últimos años ha levantado su fútbol enormemente.
Un hecho que no se está tomando en cuenta y es de mucha preocupación está relaciona-do con el tiempo de trabajo, Bolivia no tiene jugadores formados y la dirigencia de la Fe-deración Boliviana de Fútbol tiene que apuntar a eso, a sentar las bases para que la gente vuelva a confiar en una clasificación.
Como estamos en la actualidad lo veo verde, como la camiseta de nuestra Selección.
—¿Con Gustavo Costas puede cambiar esa realidad?
—Puede pero no en la forma en que se requiere. Tiene que haber un cambio total, no se trata de un jugador, de dos o diez jugadores, se trata del aspecto organizativo, de la diri-gencia, del técnico. Tiene que haber una conjunción entre todos los actores y no que cada uno vaya por su lado. Tal como están las cosas no tenemos muchas chances.
El fútbol boliviano actual es inferior en comparación con Uruguay, Paraguay, que es de mucha garra, y eso no es de ahora, sino que se va nutriendo con sus bases, a quienes les dan toda la atención y los preparan de manera integral, de manera constante; en cambio en Bolivia no hay valores para la renovación y ése es un gran problema.
—¿Lo que plantea usted requiere tiempo?
—Efectivamente, esto no es cosa de uno o dos años, tiene que haber un proceso de largo aliento, mínimo de tres a cuatro años.
Tiene que haber un afiatamiento de la gente con los jugadores, de los futbolistas con el entrenador y el técnico con los dirigentes. Además con el bajo nivel que tiene el fútbol boliviano en este momento es difícil pensar en un cambio, la gente cree que va a haber una levantada y no es así.
Para mí, con los seis mundiales que he vivido de cerca (Chile en 1963, Inglaterra en 1966, México 1970, Argentina 1978, España 1982 y USA 1994), recuerdo que en Inglaterra por primera vez la Reina de Inglaterra, quien falleció recién, entregó la copa de campeón al seleccionado inglés que le ganó en la final a Alemania, creo que tengo la experiencia ne-cesaria para decir las cosas de frente, aunque a veces la gente se ríe en mi cara y me dice que es pesimismo, y no es así, aquí se trata de realismo.
—¿Qué necesita el fútbol boliviano para mejorar?
—Organización, planificación, unidad y complementación, pero fundamentalmente traba-jar desde las bases.
Con la nueva dirigencia se está queriendo empezar el trabajo de formación de jugadores cuando las otras selecciones ya están terminando, la gente no admite eso, quiere clasifi-car como sea a un Mundial.
En el ranking del fútbol sudamericano estamos últimos, por detrás de Venezuela, después los otros equipos tienen un puntaje más alto que nosotros y eso es una demostración ca-tegórica de lo que digo.
—¿Hay que pensar en el Mundial 2034?
—Exactamente, pero tiene que haber un proceso bien ejecutado que se inicie ahora y no cuando estemos cerca de la otra eliminatoria. Tenemos que prepararnos para clasificar al Mundial 2034, porque el Mundial 2030 ya está muy encima de nosotros.