Por Alberto Berna Claros
No es novedad en ningún escenario deportivo, particularmente del balompié, la polémica que genera el arbitraje, al constituirse en la instancia encargada de la toma de decisiones y la ejecución de sanciones en los encuentros deportivos que se disputan tanto a nivel nacional como internacional.
Y nuestro país no es la excepción, puesto que las observaciones de propios y extraños son y han sido una constante de siempre, pero, hoy por hoy, el debate se tiñe de una nueva tonalidad que cuestiona no solo las decisiones tomadas por los árbitros, sino también su formación y capacidad, tal como señaló a través de una nota dirigida a la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) de fecha 19 de abril de 2023, el presidente del Club Bolívar, Marcelo Claure: “(…) solicitamos que nos hagan llegar las hojas de vida y las certificaciones de las capacitaciones con las que cuentan las áreas de Broadcasting, Telecomunicación, Legal, Comunicación, Logística y Arbitraje de la Gerencia VAR”, puntualiza, agregando además que no se cuestiona al sistema sino a los encargados de su implementación, alegando la necesidad de que “se tomen acciones concretas para mejorar el desempeño de los árbitros encargados del VAR en Bolivia”.
Es en este punto, donde radica la importancia de conocer cómo se designan a estos representantes arbitrales en los partidos de nuestro país y como funciona el VAR, considerando la polémica y crítica que se genera cuando las acciones ejercidas por los mismos son cuestionadas por los actores externos e internos que intervienen en el fútbol boliviano.
Al respecto, cabe considerar que la entidad máxima representante de los árbitros en Bolivia es la Asociación Boliviana de Árbitros de Fútbol (ABAF), misma que se encuentra plenamente reconocida como miembro de la FBF, de acuerdo a lo establecido en los Estatutos y Reglamentos de la misma; por lo que, como parte de las comisiones que se conforman dentro de la FBF, existe la figura de “Comisión de árbitros”, conformada por un presidente y dos integrantes que necesariamente deben ser ex-árbitros y que, de acuerdo al artículo 49 del señalado reglamento, tienen entre sus funciones:
- Supervisar la aplicación de las reglas de juego.
- Nombrar a los árbitros de partidos de competiciones organizadas por la FBF.
- Gestionar las materias propias del arbitraje de la FBF, en colaboración con la administración de la FBF.
- Supervisar la formación y el entrenamiento de los árbitros.
Así, si bien existe una asociación encargada de la formación y capacitación de los árbitros (con el objetivo de lograr su profesionalización), la misma está regulada por la comisión arbitral designada, lo que significa que sus acciones no solamente dependen de la FBF, sino que, por extensión, su funcionamiento, reconocimiento, competencia y capacidad, están avaladas y controladas por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
Adicionalmente, no solamente se trata del factor humano en cuestión de arbitraje, sino que también el uso de la tecnología VAR o Video arbitraje, destinada a mejorar la calidad y precisión de la toma de decisiones en los partidos de fútbol, se constituye en un componente fundamental que debe entenderse como una herramienta de apoyo cuyo manejo debe perfeccionarse y entenderse en cuanto a su uso y limitaciones. De acuerdo a lo establecido por la FIFA, el VAR está pensado y diseñado para intervenir en las siguientes situaciones:
– Goles e infracciones que desemboquen en gol
– Decisiones sobre penaltis e infracciones que desemboquen en dichas decisiones
– Tarjetas rojas directas (no segundas amarillas o amonestaciones)
– Confusión de identidad (en jugadas confusas en las que, por ejemplo, no quede claro quién debe recibir una amonestación).
Asimismo, el VAR consiste en un equipo de tres árbitros ubicados en el VOR (Video Operations Room/Sala de Operaciones de Video), en el que disponen de imágenes televisivas de los partidos “tomadas desde distintos ángulos y tiros de cámara para su análisis”, con el propósito tanto de lanzar advertencias al árbitro del encuentro, como de recibir preguntas por parte del mismo.
En este contexto, cabe entender que el manejo de este sistema es relativamente nuevo en Bolivia (el primer partido en el que se utilizó fue el 1 de julio de 2022 en un partido disputado entre Real Santa Cruz y Universitario de Sucre); situación que, en respuesta al reclamo de Marcelo Claure, pone en evidencia la ABAF en nota dirigida al mismo de fecha 20 de abril de 2023: “(…) la FIFA en el Manual de Implementación del VAR, señala un tiempo de tres años para su plena certificación, de este tiempo solo pasaron 10 meses en nuestro país”.
Por otra parte, el ente arbitral toma la oportunidad en la misma nota para expresar su disconformidad, enfatizando que el trabajo que desempeñan no depende solamente de los árbitros designados, sino que se trata de un trabajo de cooperación y coordinación entre todas las instituciones involucradas, incluyendo a los clubes, que no se realiza en razón de que : “(…) Una herramienta para este trabajo, es el análisis de partidos en vivo, en el que un asesor/instructor, junto a un grupo de árbitros realizan el seguimiento de los partidos en el mismo estadio (…), trabajo que ya no se puede realizar debido a que fue su club el primero en cortar el ingreso de los jóvenes árbitros a los partidos de la División Profesional hace más de una década”, puntualizando además que: “la capacitación debe alcanzar a todos los actores (…), situación que no ocurrió con su club, que no aceptó que nuestros instructores puedan impartir la capacitación a sus jugadores y cuerpo técnico”.
Por último, si bien existe la intervención y supervisión de parte de las instancias pertinentes para asegurar la transparencia y correcta aplicación de la normativa, no se puede dejar de considerar que existe un trabajo de aprendizaje continuo que no se encuentra exento de la posibilidad del error humano, además de, como señala también en su respuesta la ABAF, recordándole a Claure lo que él mismo enfatizó en sus redes sociales con respecto al desempeño del Club Bolívar: “(se debe esperar) hasta el final de la primera fase antes de criticar tanto”.