Por Edgar TEJERINA C.
Wilstermann atraviesa una complicada situación financiera, dramática según algunos analistas, muy grave de acuerdo a lo que se advierte en el propio club, que recuerda a épocas pasadas. Esta es la más grave de su historia, una crisis mayúscula, arrastrada desde la administración de Grover Vargas.
El estado financiero actual del club rojo puede considerarse de muy preocupante. La cada día más grave crisis, crece con demanda del pago de sueldos, juicios y obligaciones administrativas. Es un momento económico crítico en la entidad, con una deuda que supera los 6 millones de dólares.
La búsqueda desesperadamente de recursos y no hallarnos, ponen en un virtual colapso al crédito cochabambino.
Los libros contables parecen ponerlo al borde de la desaparición, mientras se hace poco por recuperar los dineros pasados por una aparente decidía.
El colapso económico es gravísimo para el club, que solucionó varios temas económicos con la frecuente dádiva de sus hinchas.
Las desviaciones de recursos y el divorcio dirigencial con un manejo autoritario, llevó a Wilstermann por este camino.
Esta crisis afecta la reputación de este club considerado grande en el fútbol boliviano y sudamericano.
La administración de Grover Vargas, dejó al club en una situación que la historia ha descubierto poco menos que desesperada perdiendo su poder deportivo.