FUTBOLISTAS AGREMIADOS BUSCA NUEVAMENTE DESESTABILIZAR A LA CÚPULA DE LA FEDERACIÓN BOLIVIANA DE FÚTBOL. CUESTIONÓ LA CREACIÓN Y VIGENCIA DE UN TRIBUNAL SUPERIOR DE APELACIONES QUE AÚN NO FUE CONFORMADO. DAVID PANIAGUA ES EL PODER DETRAS DEL PODER EN FABOL.
¿QUIÉN DIJO QUE GANÓ FABOL con el irregular inicio del Apertura 2021 con el sabotaje de esa primera fecha que se jugó a medias, cuando la agremiación decidió sabotear su inicio con la convocatoria a los capitanes de los 16 clubes, disqué poniendo sobre el tapete la «irregular» aparición del Tribunal Superior de Apelaciones (TSA) y que iba a perjudicar a los jugadores?
A sabiendas de que es una disposición que emana de FIFA para ser imple-mentado este Tribunal, todo estaba urdido para sabotear no solo al fútbol, sino a Fer-nando Costa al frente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
Esa es la punta del ovillo, aquella que pretendió urdir David Paniagua con un grupo de ex dirigentes cruceños, quienes pasarán a la historia por haber hecho poco por el fútbol nacional y muy poco por el fútbol de su región, que es lo peor.
El fútbol nacional atraviesa por un problema grande, sí, pero especialmente el fútbol cruceño que ataca a la mentada altura, tanto o más que los mis-mos cronistas de fútbol rioplatense, sean argentinos o uruguayos, que son los que más lloran con el tema.
El año pasado, los grandes, llámese Oriente y Blooming no pudieron ganar un premio internacional, signo de lo mal que les fue en la competición boliviana, donde se repartieron ocho premios en un mes.
Solo Royal Pari y Guabirá -de los equipos orientales- consiguieron algo, poco menos que nada.
Perdieron protagonismo en el fútbol nacional, donde Always Ready, Bolívar, The Strongest y Wilstermann pelearon últimamente por el premio mayor. Con el buen manejo dirigencial, con algunas licencias porque nada es perfecto, los cuatro equipos mencionados anteriormente marcan diferencia hoy por hoy en el fútbol nacional.
Que no les alcanza para la competencia internacional es otra cosa, pero en el medio son imparables, por eso el «pasanaku» de premios internacionales para ellos.
Esta situación ha planteado, además de la crisis derivada del FIFAgate en un panorama bastante complicado para los clubes cruceños que ya no pue-den acceder a un crédito o anticipo a cuenta de lo que podía llegar de parte del titular federativo, llámese en ese entonces Carlos Chávez, aunque hay muchas voces que dicen que el fallecido tesorero de la Conmebol tenía tanto poder ahí, que se olvidó totalmente del fútbol nacional o ya no le interesaba al estar en la cúpula del fútbol sudameri-cano.
Así las cosas, hay un protagonismo dirigencial perdido que además se ratifica con la escasa participación en certámenes internacionales de parte de oriente.
Entonces se la tomaron con quienes estuvieron o están con el poder de decisión en las manos hoy en día y en la FBF. Primero fue César Salinas Sinka, hoy Fernando Costa.
Salinas siempre les fue tas con tas, es decir golpe con golpe, no se quedó atrás por salirle al frente a quien le hubiere atacado. Se pertrechó en el grupo que lo en-caramó en la FBF, dejando de lado a todos los demás, incluido Bolívar, un club antagonista en cancha sí, pero totalmente distanciado a nivel dirigencial. Entonces, Marcelo Claure se le distanció, más que nunca a Salinas, incluso fue su «enemigo».
Así las cosas, las diferencias entre oriente y occidente se patentizaron aún más, dejando a un fútbol sumiso a las decisiones unilaterales, planteándose además una división total del fútbol nacional entre el G8 y el G6. Tras la muerte de Salinas, las divisiones en vez de achicarse se acrecentaron aún más.
Hubo un interinato de Marcos Rodríguez, el mismo que fue patético porque la dirigencia no aceptó al asociacionista pandino en la presidencia de la FBF. Y, también le salieron al paso con una serie de acusaciones, que no representaba a nadie, etc., etc.
Rodríguez sufrió incluso hasta declaraciones bastante parecidas a la discriminación, porque no lo reconocían, sobre todo los clubes del denominado G6.
Bajo esas circunstancias se llevaron adelante las elecciones en la FBF para elegir de una vez al sucesor de Salinas Sinka. Fue elegido Fernando Costa, ex presiden-te de Always Ready, en una maratónica sesión.
Costa llegó con el ímpetu de un novel dirigente que también supo encaramar al Always Ready a los primeros sitiales.
Trataron de bloquearle y no pudieron. Fue reconocido hasta por la Conmebol, incluso la FIFA. Se le presentó una abierta oposición de parte de Robert Blanco y los suyos.
En realidad, la oposición de Blanco vino de antes, porque nunca fue reconocido por el grueso de la dirigencia nacional.
Entonces se gestó un plan de desestabilización que tuvo como principal punta de lanza a FABOL, antes amigos de Carlos Chávez y compañía. En la era Chávez hubo pocas veces que le salieron al frente como ahora. Claro, viajaban con la Selección Nacional y lo hacían a diestra y siniestra siendo consignados muchas veces como parte de la delegación oficial.
Y, ahora se presentó otro escenario, totalmente diferente. En medio de todo, confluyeron una serie de factores que tuvieron como principal eje de los ataques a la nueva dirigencia federativa que desde la altura quiere encaminar al fútbol nacional, desde César Salinas Sinka.
Un dirigente de aquellos que suelen ser bastante prolijos en sus declaraciones, como es Guido Loayza Mariaca, ex titular de la FBF y de Bolívar, quien observó tam-bién en alguna charla informal este actual espectro dirigencial cruceño, pero al cual añadió hacia la órbita nacional. Porque la carencia de liderazgo de Santa Cruz agregó el espectro dirigencial nacional. “En Bolívar teníamos dirigentes de lujo, ahí estaban Guery Jordán, Lothar Kerscher, Javier Ortuño, sin dejar de mencionar a Mario Mercado, dirigentes de otrora que hoy lamentablemente no hay”, dijo el ex dirigente futbolístico, quien desde su domicilio de Bajo Seguencoma pasa las tardes revisando los últimos contratos o proyectos como profesional en telecomunicación, sin dejar de mirar de reojo lo que sucede con el fútbol, lamentando muchas situacio-nes, pero eso es hoy harina de otro costal.
Planteadas las cosas así, el torneo 2021 ya se disputa normalmente, dentro los parámetros que quizás algunos dirigentes no quisieron. Con altas y bajas comenzó, con ello vuelve la normalidad.
¿Quién ganó con esta batalla inusual? No estamos seguros, pero el que sí perdió y mucho, fue David Paniagua y el grupo dirigencial que lo expuso para que vaya como punta de lanza. Lo tuvieron que frenar con un Recurso Constitucional, habrá que ver por cuanto tiempo.