La selección de Argentina, volvió a ganar la Copa América después de 28 años y lo hizo en un partido en el que puso a prueba su resistencia al dolor y venció a Brasil en el Maracaná.
Con la asistencia de Rodrigo de Paul, Ángel Di María anotó en el minuto 22 el único gol que le dio el triunfo a la albiceleste y permitió al 10 argentino, Messi, lograrar lo que no pudo Maradona: ganar una Copa América. Este es el primer título que gana el equipo de mayores con Lio entre sus seleccionados.
«Necesitaba sacarme la espina de poder conseguir algo con la Selección, había estado muy cerca muchísimos años. Sabía que algún momento se iba a torcer, se iba a dar y creo que no hay mejor momento que este», dijo Messi tras abrazar al autor de la histórica victoria en Brasil.
El gol del «fideo» sepultó el invicto de un Brasil que no perdía desde noviembre de 2019. La Canarinha, una aplanadora del torneo, quedó frustrada ante una defensa argentina que montó una verdadera barricada.
En el primer tiempo llegó la gran oportunidad. De Paul, uno de los mejores de esta Copa América, le dio un hermoso lanzamiento a Di María. El centrocampista ofensivo del Paris Saint Germain aprovechó el fallo del lateral izquierdo brasileño Renán Lodi y con un fino puntillazo pasó por encima del golero Ederson para abrir el marcador. Era el minuto 21. El balde de agua fría.

Argentina ha ganado su decimoquinta Copa América.
En el complemento Tite sacó un centrocampista defensivo para poner otro delantero. Fred dio paso a Firmino y Brasil empezó a jugar en un 4-2-4, con Everton a la izquierda, Richarlison a la derecha y Neymar y Firmino con libertad en el medio.
El cambio funcionó en los primeros minutos y Brasil dominó por completo. Richarlison incluso logró igualar en minuto 8, pero el gol fue anulado por fuera de juego. “Pombo” apareció de nuevo, libre en el área tras un pase de Neymar, pero el portero Emiliano Martínez hizo una buena tapada.
Brasil lo intentó hasta el último. El comandante Neymar, sin brazalete de capitán, llevó a sus compañeros a atacar espacio o grieta que dejara la Albiceleste. Lo intentaron con Richarlison, pero sin suerte. El golero Martínez negó cualquier ataque de la Canarinha. Tite, desesperado, mandó al campo a un Vinicius que solo había jugado contra Ecuador. Emerson encontró profundidad al ataque, pero no gol.
Argentina aguantó los últimos embates de Brasil y con el último pitazo de Ostojich, después de que Messi desaprovechara una ocasión ideal para bajarle el telón al marcador, explotó la emoción argentina, la angustia acumulada de tantas frustraciones, la ancha sonrisa en el rostro del propio Messi con la Copa en lo alto. Por fin, Lio y la Copa. Por fin. El juego terminó con la victoria argentina por 1-0. Fue la primera vez que Brasil no logró ganar una edición de la Copa América jugando en casa.