Premios hay muchos, pero el otorgado por una institución colegiada del gremio, es lo me-jor y más grande que un profesional puede recibir. Pasó eso con el fotoperiodista cocha-bambino Dico Veimar Solís Rocha, que sigue la huella familiar.
Por segunda vez ganó en el concurso del Premio Nacional de Periodismo que lleva adelan-te la Asociación Nacional de Periodistas de La Paz, lo que confirma su trabajo profesional en los medios de prensa escrita.
«Me deja sentimientos encontrados por el dolor de la imagen y la cobertura que hice», dice Dico al saber que su fotografía fue premiada por la Asociación de Periodistas de La Paz, sin embargo, no oculta su agrado por lograr concientizar a la gente sobre el daño al medio ambiente.
Solíz Rocha, es jefe de fotografía en el diario local Opinión, y sostiene que «recibir un premio, es una alegría por todo lo que significa. Valoran tu trabajo y te compromete a seguir haciendo periodismo y luchar cada día para provocar sentimientos y reacciones, ya sean buenas o malas en los demás».
Lucio, su padre y Bruno, su hermano, también son hombres dedicados a la fotografía, to-dos encaminados desde 1985 al influjo de Carlos Rocha, pariente de la familia y primer editor de fotografía en ese diario cochabambino.
FOTO PREMIADA
La fotografía premiada, es la que aparece en la página del frente de esta nota. «Son gar-zas saliendo del fuego y luchando por sus nidos, por desgracia decenas quedaron calcina-das», dice Dico con voz entrecortada y cuenta que fue una noche en la laguna Alalay, don-de bomberos y voluntarios lucharon por horas contra el fuego».
Mythyl Antezana, es su esposa y periodista. «Gran parte del mérito en esta imagen se la debo a mi esposa, sin ese olfato periodístico de ella no lo habría logrado, pues yo había retornado a casa y ella insistió en volver y ahí fue cuando logré la imagen ganadora».
Solís es la segunda vez que gana este premio. «El primero fue con una foto del hacina-miento en la cárcel hace cinco años. No soy mucho de concursar, pero gracias a Dios que cuando lo hago siempre reconocen mi trabajo. Eso también pasó con un concurso mundial en el que estuve entre los clasificados».
Dico, tiene como especialidad la fotografía deportiva, siguiendo los pasos de la familia. «Me gusta mucho la cobertura deportiva, pero también el fotoperiodismo. En el deporte también provocas reacciones similares con las imágenes: de alegría, bronca y mucho más. Tratamos de buscar impacto haciendo una lectura visual. En el deporte, en especial en el fútbol, que además es mi pasión, y esa pasión quiero transmitir en una imagen. Hay otras disciplinas en las que también debes capturar el momento exacto y es un reto», co-menta Dico.
UNA BROMA, NO…
Este nuevo premio lo tomó de sorpresa, pues Dico y su familia decidieron emprender una vacación corta debido al Mundial de fútbol.
«Estábamos de vacaciones en Santa Cruz cuando recibí un correo y creí que se trataba de una broma, pero leyendo bien y junto a mi esposa nos alegramos. Cuando le dije que no creía que gané el premio, ¿ella me dijo y porque no?, cuenta feliz por este nuevo logro en su carrera profesional.
Solís Rocha poco después habló con Lucio, su papá, que también compartió la alegría y la noticia fue amplificada a toda su familia en Cochabamba.
Dico hizo carrera en el diario Los Tiempos, luego pasó a Opinión, el periódico Gente y re-caló en Opinión, donde ya cumplió sus bodas de plata profesionales.
«En mi periódico siempre me apoyan en todo, soy un fotógrafo muy independiente, un poco rebelde y creo que eso me lleva a buscar cosas diferentes», refiere al acotar que todo el personal le manifestó su agrado y felicitación por este nuevo trofeo para el diario de la calle General Achá.
AGRADECIDO
Dico es sencillo y muy reconocido con la gente que lo apoyo y le inculcó los valores para ejercer esta profesión. «Llevo 25 años de ejercicio, primero mi tío Carlos Rocha que me dio la oportunidad de enamorarme de una cámara y la fotografía, luego mi padre, Lucio, que desde niño me inculcó los valores. Les debo mucho a ellos».
Él asumió que este trabajo debe ser de servicio y compromiso con la sociedad, reconoce que pasó grandes y felices ratos, pero también difíciles. «Fue terrible el tiempo de pan-demia, estuve de cobertura muy cerca de lo más trágico y duro en está terrible pandemia mundial que nos enseño a valorar a la familia, su unidad, el servicio al prójimo y que todo es hoy. Doy gracias a Dios por este premio que me dio y por tener una linda familia, y uni-da con la que disfruto de todos los momentos».