El ex presidente de la FBF que hizo denuncias hace tiempo, espera que hoy se llegue a las últimas consecuencias.
Por Rei Cazagrande | Fotos: Javier Mamani APG
La denuncia de corrupción y amaño de partidos en el fútbol boliviano ha gene- rado una fuerte convulsión en el país. El expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Marco Peredo, pide que los culpables deben ser sancionados
drásticamente, en la vía deportiva y la justicia ordinaria, porque la impunidad genera la repetición de las conductas irregulares.
—Señor Peredo, ¿cómo analiza el tema de la corrupción y amaño de partidos en el fútbol boliviano?
—Hay que dejar en claro que esta situación no solamente sucede en el fútbol boliviano. Desde hace muchos años es un fenómeno a nivel mundial con el tema de las apuestas clandestinas, porque grupos abiertos que se dedican a hacer apuestas en plataforma, en línea, no necesariamente lo hacen para ver quién gana, empata o pierde un partido de fútbol, sino para ver la contingencia que se da dentro de un cotejo.
«Antes solo estaban en la mira los árbitros, hoy están los futbolistas que no pueden jugar a perder. Hay que identificar y sancionarlos».
Por ejemplo, aparece en la plataforma qué equipo va a sacar un lateral cuando se jueguen los primeros 15 segundos de un encuentro de un plantel X contra Z. Entonces, ellos llaman a un jugador del club Z y le dicen que después de un saque inicial del centro la bote la pelota para afuera, y ya está la apuesta confirmada, o cuántos tiros de esquina habrá faltando tres minutos para la conclusión de un encuentro. Le pagan al jugador para que eche el balón al córner en la recta final y listo. O como sale en el audio del árbitro Guildo Quenta, quien cobró un penal que no era tal y a los ‘tantos’ minutos. Es así como se apuesta.
En 2017, cuando estaba como presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, la Conmebol conformó una Comisión de Integridad a instancia de la FIFA y todas las Asociaciones de los continentes. En esa época, como Bolivia acreditamos al Dr. Samuel González en su calidad de oficial de integridad, y esta Comisión lo que hace, a través de una empresa llamada Sportradar, es monitorear, indagar mediante la ciber-investigación, como se suele llamar, todos estos partidos donde se dan resultados raros, que uno lo puede ver en la computadora, pero lo que se necesita es la prueba de que evidentemente ese jugador para hacer el lateral o tirar el balón al córner recibió dinero, el árbitro o el dirigente. Se hace este tipo de investigaciones, entran a los chats, a las cuentas bancarias, porque también trabaja la Interpol y organismos de investigación criminal para ver si hay abonos de dinero en la cuenta X o Z de jugador o árbitro. Lo que hoy ha recibido Bolivia es el traba- jo de esta empresa, que informa lo que está pasando en el fútbol del país y manda a la Comisión de Integridad de la Conmebol sobre todo lo que acontece.
Hace poco Brasil tuvo ese tipo de problemas con jugadores del Santos y el Paranaense, que también estaban en amaño de partidos, porque se hacen sacar tarjeta amarilla o roja faltando cinco minutos. Esa es la forma como se hacen las apuestas. Como los jugadores ganan poco y son partidos que no tienen mucha trascendencia, lo importante es apostar y aquí hay mucha mafia incrustada.
Lo que tiene que hacer la Federación, como creo que está haciendo lo correcto, es convocar a un Congreso, destapar la olla y pasar todo al Ministerio Público, luego se aplique las sanciones en lo deportivo y penal.
—Ante esta situación, ¿se deben o no sus- pender los campeonato bolivianos?
—El campeonato no se debería suspender, aunque uno no sabe cuál es la magnitud de la información que se haya investigado de los hechos que han sucedido, no vaya a ser que hay cinco o diez partidos que han sido amaña- dos con resultados arreglados y esto pone evidentemente en tela de juicio el torneo, pero todo quedará resuelto el martes cuando se reúnan y entreguen toda la documentación e información que la Federación ha recibido de la Conmebol para que se verifique y se pueda conocer la magnitud.
Para mí, no se deberían suspender los torneos, pero habría que ver la magnitud y el grado de corrupción al que se llegó en el campeonato para tomar una decisión.
—Si hay partidos amañados, ¿cuál sería el paso adecuado para definir el torneo?
—Es difícil suspender el torneo porque está el tema de los derechos de televisión, la empresa ha pagado por los partidos jugados, tiene publicidad contratada y ha pagado a los clubes; entonces no es sencilla la situación. No es decir se suspende y se acabó. Faltan muchos partidos por jugar y hay un contrato con la televisión. Lo determinante es la magnitud del daño que ha causado este amaño de partidos.
—¿Los partidos amañados se deben reprogramar o respetar el resultado?
—Es difícil opinar sobre eso si uno no conoce a fondo la situación. Además, los amaños son por laterales, tiros de esquina, una tarjeta amarilla, como sucedió en Brasil, cuando João Henriques del Santos le hizo el gol a Blooming y por una tarjeta amarilla estaba recibiendo 50 mil dólares; entonces no hay por qué decir que se anule ese partido.
Otro aspecto triste es que hasta el VAR está contaminado. Es mucha dosis. Hace 15 años, en Italia, cuando todavía no existía la Comisión de Integridad, a la Juventus le hicieron descender porque le comprobaron que había sobornado a árbitros en 13 partidos.
Si se comprueba que clubes bolivianos han actuado de esa manera, tendrían que correr la misma suerte. Eso está tipificado en el Código Disciplinario de la Federación, la Conmebol y la FIFA.
—¿Qué imagen se genera del fútbol boliviano en el exterior con esta situación?
—No es el primer caso, porque ya se dio en Brasil, que tiene más títulos mundiales. El tema es que eso se viene dando hace muchos años, y los esfuerzos de la investigación no son solamente de la empresa que contrata la Conmebol, aquí́ intervienen Interpol, FBI y agencias internacionales de investigación. Es un problema muy serio. El caso FIFA Gate también se destapó así́, con investigación desde el FBI.
—¿Cuándo nacen las susceptibilidades?
—El arbitraje en Bolivia siempre ha sido cuestionado. Cuando era presidente de la Federación denuncié porque los árbitros me hicieron conocer que recibían dinero, lo hice con nombres y apellidos, lamentablemente los árbitros dependen de las Asociaciones, no del fútbol profesional, y la Asociación Cruceña no hizo absolutamente nada porque todos pertenecían a esa institución. En esa época estaban metidos un señor González, y Pablo Salomón en actividades de arreglo de partidos. Se hicieron los opas. Pero en este caso no se pueden hacer porque la denuncia viene de la Conmebol, que entrega el paquete y le dice a la Federación que actúe, caso contrario será sancionada.
—¿Se encendió la mecha de una bomba que puede explotar y destrozar el fútbol boliviano?
—Esto es sin retro, como los aviones. Si no se aplica la norma y no se denuncia sobre la prueba que ha recibido, las sanciones van a ser duras. Se actúa o quedamos fuera del fútbol sudamericano y mundial, aunque no creo porque el presidente de la Federación ya denunció.
—¿Usted ha sido testigo de ese tipo de acciones?
—No, nunca. Antes eran los árbitros a los que se apuntaba, porque no cobró un penal o no sancionó con un tarjeta roja una falta fuerte, pero se pasaba; ahora lo que duele es que los jugadores vayan para atrás y perjudiquen a su
club, arruinando el esfuerzo que hace un dirigente por tener un equipo en la cancha, deja su plata, su patrimonio y vienen estos malos jugadores y lo joden todo. Juegan con la pasión del hincha. Es lo más sucio que puede pasar en el fútbol. A este paso, para salir campeón, para qué comprar buenos jugadores, armar buenos equipos si mejor sería comprar árbitros, sale más barato porque se paga a uno,oalomejoratresocuatroynoa20o25 futbolistas. Esto anda mal y hay que poner un coto, caiga quien caiga.
A quienes se los encuentre culpables, hay que sancionarlos de por vida si es posible, porque la impunidad es lo que genera la repetición de las conductas irregulares.