José Luis Terán Achá es igual al roble. Tras estar muy vinculado al fútbol en clubes profesionales y las selecciones nacionales, hoy le da dura lucha a la vida para seguir disfrutando de su familia, sus hijos y esposa, Carolina.
Tras un serio problema cardiaco, el también visionario empresario, que fue tratado en Chile, sufrió lamentablemente una caída en su casa hace muchos meses atrás, hoy con el cuidado familiar sigue respirando fútbol.
Su romance con el fútbol inicio en 1974 en Paraguay cuando integró formó parte del cuerpo técnico de Cerro Porteño. Entusiasmado hizo cursos en Brasil, España y Alemania.
Leía mucho a los técnicos argentinos como Juan Carlos Lorenzo y Luis Menotti, a los que definió “unos expertos en táctica”.
El profe Lucho hizo historia con Petrolero, cuando tomó el mando en 1979 e hizo historia en la década de los 80. Han pasado 45 años y el técnico cochabambino formado con la escuela paraguaya es llamado el “Rey de los empates”, ya que con “su” Petrolerito se mantuvo 11 partidos invicto y al año siguiente mantuvo su pórtico 21 partidos invicto.
Tras su primer ciclo en el equipo cochabambino, en 1981 pasó a Oriente Petrolero y allí también puso su sello y tuvo 11 partidos sin perder.
Sus éxitos consideran que se dieron por el orden táctico, la disciplina en la cancha. Era un gran motivador con muchos incentivos para sus jugadores. Recuerda mucho a los goleros Carlos Terrazas y el paraguayo Roberto Servián, a Omar Delgadillo, al que lo volví zaguero central, al chileno Alberto “ratón” Ayala, a Jorge Camacho, Augusto Guillén, William Ramallo, Marcelo Claros y otros.
Terán Achá, fue también director técnico de las selecciones juveniles habiendo logrado muchos hechos positivos. “Dirigí a la selección nacional Sub-20 en el Sudamericano de Ecuador, viajamos por una semana y nos quedamos un mes por la buena campaña que hicimos, terminados en cuarto lugar”.
Lucía una medalla grande de oro en su pecho, era su amuleto y recordaba siempre que “la suerte era hembra y que había que saberla conquistar”.
El Rey de los empates, recuerda que perdió el invicto “contra el mejor Wilstermann de toda su historia, tenía al mundialista Jairzinho, Gastón Taborga, el chileno Raúl Eduardo Navarro, el golero Róger Pérez.
Pasaron tantos años de aquel partido, y el profe Lucho le pone su condimento, “fue un partido medio raro por cosas extrañas que sucedieron”.