Por Antonio Farías Gonzalez
El mundial Sub-20 que se disputa en Argentina no tiene -para variar- la presencia del seleccionado boliviano de la categoría, que no pudo clasificar luego de su participación en el sudamericano de Colombia en febrero de este año con la conducción de Pablo Escobar.
Es la realidad del balompié juvenil en nuestro país, con escasa o deficiente formación, lo que implica no poder alcanzar resultados ni satisfacciones (nunca fuimos a un mundial para jugadores de veinte años), y tampoco nutrir a las divisiones profesionales y selección mayor de la cantidad necesaria de futbolistas para hablar de renovación.
El problema está planteado hace décadas, el diagnóstico es conocido, hasta el remedio apropiado para la enfermedad, la solución a esta problemática se conocen, pero nada se hace y el desarrollo se posterga permanentemente.
Para colmo existe en el reglamento de campeonato la obligación de incluir un Sub-20 en los partidos lo cual se constituye en una enorme dificultad para los entrenadores pues deportistas de esa edad, con capacidad técnica y táctica , es lo que falta.
TARIJA RECLAMA
Tarija domina, con tres títulos nacionales, las categorías juveniles. Lo paradójico es que ningún integrante de su seleccion Sub 15 fue convocado para el primer microciclo de trabajo o visoria como dio en llamarlo Escobar.
Esto obviamente provocó la molestia de los directivos de la Asociación Tarijeña de Fútbol (ATF), que enviaron un comunicado expresando su sorpresa y exigiendo el llamado de algunas de sus figuras.
Uno a días después fue la asociación de Chuquisaca que publicó su desacuerdo con la conducción de Pablo Daniel Escobar.
El director técnico de cualquier seleccionado tiene el derecho y la responsabilidad de convocar a quien vea conveniente, conforme a las condiciones de los futbolistas, sin embargo no deja de llamar la atención que ninguno de los integrantes del cuadro campeón haya sido tomado en cuenta para el inicio del trabajo.
ALWAYS OBLIGADO
POR LAS CIRCUNSTANCIAS
A la cabeza de Óscar Villegas y con la decisión de su presidente Andrés Costa, el club de El Alto ha iniciado una etapa de renovación al desprenderse se varios jugadores veteranos y dar paso a los más jóvenes provenientes en su mayoría de la cantera millonaria.
Lo que se lamenta es que este cambio no haya obedecido a un proceso planificado sino, al contrario, fue producto de las derrotas y la presión constante de los profesionales alejados en relación a temas económicos o de permanencia en la dirección del plantel.
La decisión no obstante es saludable y plausible , y comenzó de la mejor manera, consiguiendo victorias en cotejos muy dificiles y sumando puntos importantes para ascender en la tabla de posiciones.
Que la dirección técnica esté en manos de Villegas es lo más adecuado pues el cochabambino conoce a detalle a los jóvenes que forman parte del equipo, sus virtudes, defectos, potencial, limitaciones, puntos débiles y puntos fuertes.
Renovación es lo que se pide en el balompié nacional, lo de Always es un aire fresco y renovador, lo importante es mantener la idea y crear un ambiente de tranquilidad para el trabajo. Los resultados entonces llegarán como fruto de una labor bien concebida, planificada u apoyada con firmeza.