Por Antonio Farías Gonzales
Otra vez el grito de gol en las gargantas del hincha que palpitaba un retorno a la victoria.
Otra vez la Verde con un triunfo incuestionable como en tantas jornadas pasadas y recordadas.
Otra vez el idilio entre la gente -que asiste y alienta en el estadio de Villa Ingenio en El Alto como antes fue en el Hernando Siles de La Paz – y estos hombres que hoy por hoy representan al futbol del país de los bolivianos.
Hay razones que explican este éxito ante Venezuela, razones futbolísticas, anímicas, climáticas, de rendimiento individual y colectivo.
Esta vez el cielo alteño limpio y soleado, sirvió para devolverle el gol a una selección deprimida, hundida en el fracaso reciente, sedienta de victorias para ir
enterrando derrotas humillantes.
PRÓLOGO
1.OSCAR VILLEGAS
tomó el mando del seleccionado, luego de las paupérrimas gestiones de Gustavo Costas y Antonio Carlos Zago, en medio de la incertidumbre y las necesidades creadas por una acumulación de derrotas que demostraban no solamente una pésima labor de los entrenadores, sino también de un pobre estado futbolístico-técnico, físico, táctico y mental- de los jugadores, sumidos en una realidad de torneos de primera división de escaso nivel competitivo con repercusiones definitivamente negativas en el concierto internacional.
Era imperioso no
solamente retomar el camino de los resultados positivos, sino también crear nuevas ilusiones, algo así como un borrón y cuenta nueva que naciera de un proyecto elaborado, pero no aplicado ni asumido por los anteriores conductores, que renovara la ilusión y generara optimismo con un golpe de timón a
partir del discurso de un técnico relativamente joven, desconocido fuera de nuestras fronteras, que inyectara a su vez sangre nueva para dibujar un rostro diferente del combinado nacional, encarando el resto del torneo clasificatorio como si se empezara a recorrer recién un camino incierto, pero con las ideas un poco más claras.
2.ENMARCAR LAS NECESIDADES URGENTES DENTRO DE UN PROYECTO
Para intentar disimular las cosas mal hechas, las decisiones erráticas, los gastos onerosos en salarios e indemnizaciones, se definió la contratación de Villegas más la socialización, sin detalles ni precisiones, de un programa elaborado a partir del trabajo de base en selecciones menores y una interacción con la selección absoluta para un período de diez años.
Básico y elemental, trabajar desde abajo, iniciar la reconstrucción de una estructura obsoleta, al tiempo que la emergencia de los resultados generaba presiones que no encajan con un plan a mediano y largo plazo.
Villegas aceptó el desafío y comenzó a preparar un equipo rejuvenecido en plena eliminatoria.
NUDO
3.EL PARTIDO
Y el nuevo ciclo tenía ante sí un desafío enorme: ganar, nada más ni nada menos, y hacerlo en un nuevo escenario, el Titán de Villa Ingenio, ante un público exigente, contra una selección venezolana de gran campaña en clasificatorias y en Copa América.
4.DESARROLLO
Con un sistema de cuatro defensores: Medina y Fernández en los laterales, dos volantes como Robson y Cuellar que se repartieron funciones de contención y distribución, tres media puntas que fueron Henry Vaca por la banda derecha y Chávez por la izquierda, más Ramiro Vaca en posición de enganche, y un delantero, Algarañaz, para pelear arriba.
El golazo de Ramiro Vaca antes del primer cuarto de hora liberó de presiones, encaminó el triunfo que al cabo de la primera etapa tenía un dos a cero que parecía exagerado pues Venezuela había salido de su letargo inicial y emparejado el trámite.
DESENLACE
5.LOS CAMBIOS en el complemento eran necesarios desde la actitud, para ejercitar una tarea más presionante en campo contrario, y los actores para oxigenar a un equipo que también sintió-muy temprano- los rigores del cotejo.
Bolivia encontró rápidamente, apenas cuarenta segundos después de reiniciado el segundo tiempo, el camino a la consolidación de una victoria incuestionable con el gol de Terceros, para liquidar y desplegar entonces lo mejor de su fútbol, agresivo, atrevido, ambicioso y ordenado, creando varias opciones de gol que pudieron hacer más amplio el resultado.
La cereza sobre la torta fue la conquista de Enzo Monteiro, uno de los mimados por la tribuna, para redondear una actuación, de rendimiento irregular pero convincente.
6.LOS JÓVENES, esa transfusión de sangre nueva que mencionamos líneas más arriba, fueron el deleite para una afición en general, que no acepta procesos ni tiene paciencia, que desea ver rostros nuevos para darle sustento al discurso renovador, fueron los chicos que quieren otorgarle al plantel una personalidad nueva a partir del desenfado, el atrevimiento con el balón y el ansia de triunfos escasos de los cuales fueron testigos desde que nacieron a la vida futbolística.
Robson Matheus que parece reacomodarse en su posición de mediocentro con despliegue y llegada, Ramiro Vaca y su promesa hasta ahora incumplida de ser el referente en la media cancha, pero de buen rendimiento ante los venezolanos, Terceros que amaga con ser el desequilibrante y todavía no lo es, culminando en Enzo Monteiro, que no tuvo en su momento el aval de Zago y que, pedido por la tribuna, ingresó y debutó oficialmente en eliminatorias con un gol de «9», aprovechando una asistencia perfecta de José Sagredo.
LO QUE VIENE
7.ERRADICAR, la abulia que mostró lamentablemente la selección en los periodos recientes. La indisciplina dentro del campo de juego que llevó -sobre todo con Zago- a un desorden alarmante. Y la falta de dinámica que será lograda con trabajo y triunfos como este que generen confianza y convencimiento propio en relación al modelo propuesto por el entrenador.
8.RIVALES muy difíciles, todos aspirando a llegar al mundial. Consolidar la localía será complicado pues la aceptación de la Federación Venezolana de fútbol para jugar sin rezongos en El Alto, quizás no halle correspondencia en sus colegas, futuros visitantes de nuestra selección.
El epílogo de esta novela está lejano si nos guiamos por los lineamientos presentados y explicados por la dirigencia federativa y el cuerpo técnico encabezado por Oscar Villegas. No depende del próximo partido- entendemos- ni la probable derrota en suelo ajeno.
¿Será?
ALGO DE EXPERIENCIA, MUCHA JUVENTUD.
CARLOS LAMPE
No fue exigido en el arco, tuvo una tarde relativamente tranquila, y cuando le tocó intervenir lo hizo con mucha seguridad con manos y pies.
LUIS HAQUÍN
Capitán de la Verde, bien posicionado en el fondo, corrigiendo errores de sus compañeros de zaga. Experiencia internacional para muchos años más.
JOSÉ SAGREDO
Funcional como marcador central o lateral, en línea de tres o de cuatro, marcando o sumándose al ataque, colaborando para el buen ambiente en el grupo.
ROBSON MATHEUS
Aporte en el despliegue, la entrega, el manejo y la media distancia.
RAMIRO VACA
La variante del remate de fuera del área, llegada en ataque, toque corto y pase filtrado. Debe convertirse en líder del equipo.
MIGUEL TERCEROS
Inteligencia para decidir el pase y sus consecuencias, para asegurar la tenencia con pausa, o cambiar de ritmo en la aceleración, más fuerte y potenciado en su contextura física, tiene cierto aire de suficiencia y desparpajo que le hace bien al fútbol de la Verde.
ENZO MONTEIRO
Es goleador y debe ser goleador. Ya empezó anotando en un partido de eliminatorias, lo cual no es nada fácil, y su bautizo oficial tuvo el premio de la aclamación general de una afición que lo ha hecho -rápidamente- uno de sus favoritos.