Economía de guerra: la dura realidad del fútbol boliviano
Editorial – Revista VivaSports
Por Edgar Tejerina Casablanca, Editor
Termina el año y nuevamente emergen los problemas económicos en gran parte de los clubes de la División Profesional. De los 16 equipos que componen la categoría, varios no lograron regularizar los sueldos de sus jugadores, cuerpos técnicos e incluso de su personal administrativo y de servicios.
La economía del fútbol boliviano continúa siendo un escenario de profundos contrastes. Mientras los clubes grandes siguen generando ingresos importantes, los denominados “clubes chicos” se hunden cada vez más en préstamos, deudas y compromisos impagos.
Fair Play Financiero: una medida necesaria pero tardía
Desde enero de 2026 se prevé la implementación del Fair Play Financiero (FPF), un mecanismo que buscará supervisar el orden económico de los clubes y limitar el gasto a lo que realmente generan. Sin embargo, su aplicación no será sencilla.
La mayoría de las instituciones arrastra deudas de más de un año y, en muchos casos, demandas ante la FIFA por incumplimientos con jugadores y técnicos extranjeros, lo que podría derivar en sanciones que impidan habilitar futbolistas para la temporada 2026.
Los clubes solventes y los que resisten
En este contexto, Always Ready y Bolívar se consolidan como los clubes más solventes del país, gracias a sus clasificaciones recurrentes a torneos internacionales y a la venta de jugadores. Ambos encaran el futuro con mayor estabilidad financiera.
Existen otros casos donde las planillas son más cortas y la administración más austera, como Guabirá, Nacional Potosí y Real Oruro, clubes que, sin grandes ingresos, han logrado sostenerse con menos dificultades.
Mala administración y falta de control
La mayoría de los clubes atraviesa serios problemas financieros derivados de malas administraciones. En algunos casos, los recursos fueron desviados; en otros, no existen documentos contables actualizados ni auditorías que permitan establecer responsabilidades.
La falta de transparencia y la negativa a impulsar auditorías siguen siendo factores que alimentan la crisis y generan polémicas recurrentes en el fútbol nacional.
Televisión, CONMEBOL y sostenibilidad
Los ingresos por derechos de televisión no llegaron como se esperaba en 2025. La aprobación unánime del contrato silenció reclamos de dirigentes que aguardaban recursos suficientes para ordenar la economía interna de sus clubes.
En contraste, los equipos que acceden a torneos de la CONMEBOL aseguran ingresos clave para la temporada siguiente. Bolívar, que alcanzará su participación número 40 en la Copa Libertadores, tendrá un 2026 con mayor tranquilidad financiera, al igual que Always Ready.
El caso de The Strongest es distinto: malas administraciones, contrataciones excesivas y préstamos no recuperados vaciaron sus recursos, comprometiendo su estabilidad.
Un torneo sin conflictos, pero con cuentas pendientes
La Federación Boliviana de Fútbol apuesta al Fair Play Financiero para asegurar la sostenibilidad de sus clubes y evitar deudas que amenacen la continuidad del campeonato.
Fue un año difícil, pero a diferencia de otras temporadas, el torneo se desarrolló sin paros ni reclamos masivos de los futbolistas. Hubo una decisión unánime de priorizar la competencia y respaldar a la selección nacional, aunque los problemas estructurales siguen latentes.
La economía de guerra del fútbol boliviano continúa, y el desafío será transformar esta crisis en un punto de inflexión real.







