Por Roberto Aguirre Durán’
Los dirigidos por Gustavo Costas dejaron una buena impresión en el partido contra Chile disputado en un estadio Tahuichi lleno de público, a tres meses del debut en Eliminatorias-
No se dio el triunfo, pero la Selección nacional dio muestras de ir en ascenso en su rendimiento y el partido amistoso contra Chile, disputado en Santa Cruz de la Sierra, dejó abierta la ilusión para que, con más trabajo y ajustes, este grupo pueda tener una buena cosecha en la Eliminatoria que arranca en septiembre próximo, para definir a los clasificados de Sudamérica para la Copa del Mundo de 2026.
La pausa mundial de FIFA en los campeonatos mundiales permitió a Bolivia enfrentar a Ecuador en Washington, partido que dejó un sabor agridulce por el buen rendimiento en defensa pero escaso poder ofensivo. Tres días después, en el estadio Tahuichi, ‘La Verde’ evidenció progresos que fueron señalados por propios y extraños.
“Nos sorprendió Bolivia, por la intensidad en su juego que antes no tenía. Estas Eliminatorias van a ser muy disputadas” anticipó Arturo Vidal, una de las estrellas de Chile que fue un exigente rival y que en el primer tiempo fue superado por la selección boliviana, aunque en el complemento pudo equilibrar y le tocó tener más opciones de anotar.
Esa intensidad de juego a la que hizo mención Vidal también la apuntó el entrenador de Bolivia, Gustavo Costas, como un punto alto en el rendimiento. Esa coincidencia de criterios vale ponerla de relieve porque al fútbol boliviano justamente se le critica un ritmo lento en relación a otras ligas y esa es una deficiencia que ‘La Verde’ ha ido remontando en sus presentaciones desde que este ciclo arrancó en agosto del año pasado.
El duelo contra Chile se convirtió en una suerte de examen antes de las Eliminatorias, más allá de que la Federación Boliviana de Fútbol busque un encuentro más todavía, para agosto, en Cocha-bamba o posiblemente en La Paz en caso de encontrar un contendor que acepte un duelo de fogueo en la altura.
El DT Costas hizo un ensayo de alineación y esquema para afrontar los partidos en casa y en la pri-mera etapa al menos el equipo dio indicios de ir por el camino cierto. Fue cuando logró contener al rival con presión alta, tuvo orden en sus líneas y se dio modos para crear opciones de anotar. La tenencia del balón, empero, sigue siendo su asignatura pendiente.
En el Tahuichi dejó sensaciones positivas, como la interesante renovación con jóvenes figuras que tuvieron personalidad para afrontar un duelo internacional. Es el caso de Lucas Chávez, el delante-ro que había tenido gran actuación en el Sudamericano Sub 20 y que se mostró como un buen acompañante para Marcelo Martins, más allá que no sea titular en filas bolivaristas. Marcelo Suárez y Damián Medina también estuvieron acertados y demostraron que el buen nivel en sus clubes lo pueden repetir en la selección.
Este amistoso marcó también la ratificación de que Roberto Carlos Fernández es un futbolista con jerarquía internacional. Su calidad y aplomo le permiten jugar de igual a igual contra veteranos rivales.
En el arco, quedó la sensación de que hay prenda de garantía, tanto con Lampe como con Billy Vis-carra. El arquero de The Strongest fue clave para mantener el arco imbatido. Arriba, Martins pese a su veteranía (fue reconocido por cumplir 102 partidos con ‘La Verde’) sigue siendo el referente de ataque, resta definir su acompañante.
No hay que conformarse, es cierto. Bolivia tiene que ganar y para lograrlo le está faltando tener más tiempo el balón, tener más precisión en los pases para llegar al arco rival con triangulaciones antes que pelotazos, también debe mejorar la puntería porque ante Chile tuvo opciones pero faltó pun-tería.
Pero tampoco se puede ignorar que hay progresos, en por ejemplo esa actitud de tener presión alta para evitar la salida del rival. Es un equipo solidario, porque hay relevos para cubrir los espacios que deja el compañero. Y la intensidad se la procura mantener durante todo el partido, por eso, el que da señales de cansancio es reemplazado, para mantener la velocidad en la marca, en los despla-zamientos ya sea con o sin balón.
Intensidad es un concepto que en la competencia internacional ya es moneda corriente, pero en la liga boliviana es un déficit. Y siendo la mayoría de los convocados de clubes locales, el cuerpo téc-nico de ‘La Verde’ va logrando cambiar el chip para encontrar esa dinámica que permita estar aten-tos para evitar errores, forzar los yerros del rival y sacar provecho.
En Santa Cruz, la Selección nacional dio un pasito más para lograr ese objetivo. Le falta. Pero tam-bién está dando señales que animan a renovarle el crédito para la próxima Eliminatoria.