Por : Ghilka Sanabria Pradel
“Son décadas de investigación en el tema de la altura y la afectación en la fisiología de un deportista que viene a competir del llano; pero aún no se llega a tener la fórmula indicada porque la variabilidad en el ser humano es muy alta. Una cosa es hablar del futbolista que llega a jugar horas antes de un compromiso y otra del atleta que viene a prepararse en nuestra geografía”: Dra. Jessica Córdova.
El debatido tema de los efectos de la altura en los futbolistas que del llano vienen a competir al departamento de La Paz, se hacen presentes en argumentos empíricos, cada vez que un equipo debe cumplir un compromiso a 3.600 metros o más.
La situación de reclamo de algunas federaciones sudamericanas a jugar en ciudades de gran altitud vuelve a primeros planos, casi siempre, cuando clubes bolivianos o nuestros seleccionados superan como locales a elencos de valía marquetera histórica ante FIFA. Ocurrió en 1977 y 1993 cuando Uruguay cayó derrotado en el estadio “Hernando Siles”, también cuando, sin mayores atenuantes, Brasil, salió derrotado en manos de un plantel nacional, que luego ganó el boleto para competir en el Mundial de USA 1994. Y mucho peor, cuando Argentina recibió un 6-1 en 2009, en estadio “miraflorino”.
El 11 de diciembre de 1995, el Comité Ejecutivo de la FIFA, en reunión celebrada en París, recomendaba que “no se disputen partidos de fútbol en una altura superior a los 3.000 metros”.
La decisión fue revisada el 31 de mayo de 1996 porque Bolivia presentó una argumentación sólida, basada en estudios científicos.
La universalidad del fútbol, nuevamente se vio amenazada en 1999. El por entonces presidente de FIFA, Joseph Blatter, llegó a nuestro país y a tiempo de reiterar su apoyo al estadio “Hernando Siles” al que calificó de “magnífico”, también ratificó el carácter universal del balompié. “El fútbol es de todos y todos deben ser para el fútbol”, afirmaba.
Empero, la presión de algunas federaciones, volvió a poner en tela de juicio el tema de la supuesta dificultad de realizar partidos internacionales a más de 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar (msnm), ocho años después. El 27 de mayo de 2007, en el 57° Congreso de la FIFA en Zúrich (Suiza), la Comisión de Medicina Deportiva, encabezada por los doctores D’Hooghe y Jirí Dvorack, nuevamente sugirió vetar a los estadios bolivianos.
“Para jugar a más de 3.300 msnm.se requiere una aclimatación de dos semanas y la Comisión propone aprobar únicamente sedes a alturas inferiores a los 2.500 msnm”, decía la argumentación.
Entonces, una Comitiva Boliviana llevó adelante la defensa histórica hasta Zúrich. Científicos, periodistas, historiadores y hasta el propio presidente del Estado (por entonces Evo Morales), trasladaron explicaciones válidas de por qué no se debe vetar a la principal ciudad de Bolivia para la práctica del fútbol.
Científicamente, está comprobado que: “las características del aire en el nivel del mar y a 3.600 metros de altura son idénticas, es decir, aproximadamente 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% de otros gases. Donde se produce el cambio es en la presión biométrica. A mayor altitud, menor presión biométrica, lo que indica que la concentración molecular de aire, es menor en la altura”. La respuesta a este tipo de reacción médica es que el deportista debe someterse a un tipo de preparación física diferenciada.
En febrero de 2024, la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) aprobó la disputa de encuentros internacionales en el estadio Municipal de Villa Ingenio de El Alto, a 4.090 msnm y la polémica de la altura volvió con fuerza en la escena internacional, después que el representante boliviano Always Ready, sometiera por 6-1 a Sporting Cristal de Perú, por Copa Libertadores de América, precisamente en este escenario.
La doctora, Jessica Córdova, de Medicina Deportiva MEDS de La Paz (con 10 años de vigencia), explicó la situación científica del tema de la altura en los deportes y los avances científicos que se logró a lo largo de los últimos años.
—¿Jugar en altura es riesgoso?
La altura de La Paz es un tema que lamentablemente lo venimos viviendo desde hace muchos años. Sin embargo, creo que el hecho de hablar científicamente de la altura tiene varias connotaciones en las cuales debemos ser bastantes claros de lo que queremos analizar.
Una cosa es hablar del deportista que llega a La Paz para hacer un partido, que es lo que normalmente ocurre con las selecciones o equipos y otra cosa es cuando nos referimos a los entrenamientos en altura. Sabemos que los equipos mexicanos ya sean ciclistas o corredores de fondo, precisamente vienen al altiplano para entrenar con el objetivo de lograr un óptimo nivel.
La ventaja del ciclista o del fondista del extranjero es que tiene un periodo de preparación que no es menor a los tres meses para poder adaptarse a estas condiciones y más bien, el generar un respuesta fisiológica de adaptación que lleva en el organismo a un aumento de cantidad de glóbulos rojos, aumento de hemoglobina, aumento de la capacidad pulmonar en cuanto a lo que se refiere a oxigenación como tal.
No puedo decir que no hay un cambio en cuanto a performance y también un cambio de respuesta fisiológica ante la altura. Evidentemente se da.
—O sea que ¿el efecto de la altura depende de la preparación y el estado físico del deportista?
Definitivamente sí. El problema es que depende del estado físico de cada deportista. Muchas veces la altura afecta a unos más y a otros menos.
Hemos visto casos de selecciones brasileñas que han llegado y que nos han ganado en casa, entonces no se habló de la altura de La Paz. Pero también, hemos visto casos de selecciones, como de la Argentina, que se ha hecho golear.
Entonces no podemos decir que la altura es un factor determinante para un partido de fútbol; más bien hay que analizar qué tipo de adaptación hizo el equipo visitante.
—¿Puede algún futbolista morir por el efecto de la altura?
No. El deportista es el paciente que practica regularmente actividad física; que en teoría tiene un corazón sano. Que se supone que sus valores de triglicéridos, colesterol y muchas otras cosas como hormonas, por ejemplo, están dentro de valores óptimos y esperados. No es un paciente cardiópata o diabético; es un paciente que tiene fisiológicamente condiciones para la adaptación. Hay que aclarar que no estamos hablando de gente que en teoría está mal. Ahora, no por eso nos vamos a olvidar de un síndrome que es muy frecuentemente: la muerte súbita. En este caso, estamos ante pacientes que tienen alguna alteración cardiaca, incluso jugadores profesionales que en determinado momento han caído desmayados y muertos en cancha.
Pero esta causa no está relacionada con la altura.
—¿Qué es la ventana fisiológica?
Hay equipos que nos han demostrado que lo óptimo es llegar rápido a La Paz y jugar; antes que más bien el intento de adaptación les afecte, antes que el cerebro se dé cuenta que te está faltando un poco de oxígeno.
La Ventana Fisiológica significa que tenemos un espacio de tiempo entre que se llega a la altura y se empieza a sentir los efectos. Entonces se tiene un periodo de tiempo antes de la respuesta fisiológica, que es el que precisamente hay que aprovechar para competir.
En ese caso, el futbolista está óptimo para hacer esfuerzo físico, tal cual estuviese en su territorio. Lamentablemente no podemos afirmar que la Ventana Fisiológica es la misma en todos. Lo difícil es eso, incluso en un mismo equipo donde todos son de la misma nacionalidad y tienen condiciones similares, la variación es amplia. Por ejemplo, yo puedo tener medio equipo que esté bien y la otra mitad no. En consecuencia, no hay una receta específica para este método.
—¿Es necesario que los equipos hagan estudios diferenciados en cada deportista antes de venir a jugar en la altura?
Hay que educar al deportista en este sentido. Cuando llega a un lugar de altura, es necesario que coma ligero, que esté bastante descansado y también preparado psicológicamente, no sentir miedo.
En MED, en los últimos 10 años hemos podido demostrar que el trabajo multidisciplinario te da mejores resultados.
Por ejemplo, en un equipo de fútbol que se precie de profesional debe primar el trabajo en equipo: el psicólogo, el nutricionista, el médico, el entrenador, el fisioterapeuta, el kinesiólogo, el preparador físico; todos deben cumplir un plan de acción con el objetivo de la adaptación correcta. Incluso se debe acudir a la Meteorología para saber el estado del clima que acompañará a un partido.
Sabemos que manejar una delegación de al menos 30 deportistas es muy complicado, pero la Medicina del Deporte te exige trabajo muy esmerado y el deportista debe estar consciente de ello y colaborar, porque la verdad irrefutable es que “se juega donde se vive”.