Por Claudia Llanos Fuentes
A sus 24 años le tocó asumir un papel protagónico en el Club San José. Tiene sangre orureña y Santa corriendo por sus venas, es un hincha decla-rado de su querido equipo de la V azulada. Hablamos del capitán Kevin Fernández, quien en más de una oportunidad salió ante los focos de todos los medios de comunicación a dar la cara por sus compañeros y a veces, hasta por la institución, que quedó abandonada y desolada de dirigentes.
A su corta edad tuvo que conocer sobre las luces y sombras que te da el fútbol boliviano, le tocó debutar en 2015, desde ese tiempo compartió camarín con varios jugadores de gran envergadura y que dejaron huella en el club. También, la vida le dio la oportunidad de alzar una corona importante, aquella bien recordada de 2018, al mando de Eduardo Villegas. Quién iba a pensar que años más tarde le tocaría comandar esta cruzada tan amarga en balompié nuestro: el inminente descenso de categoría de un grande del fútbol boliviano, San José.
Recriminados
Fernández confesó que el grupo de jugadores pasó por situaciones muy difíciles, anímicamente hablando; en algunas circunstancias, los que entraban al campo de juego eran los recriminados por los aficionados.
“Pasamos por momentos muy complicados, la verdad, muchos cambios de directores técnicos. Muchos directorios que prometieron cosas y que no cumplie-ron, y al final, nosotros éramos los más señalados en un momento, y a pesar de problemas de logística en viajes, entrenamientos diarios, siempre buscamos la forma de motivarnos para cada partido”, contó.
Sin agua y dormir en el piso
El capitán santo indicó que hubo momentos tan precarios dentro la institución, que los llevó a tomar medidas drásticas y dejar de lado hasta la comodidad de dormir en una cama o de tener el privilegio de contar con el líquido elemento para hidratarse en los entrenamientos.
“Pasamos por muchas cosas la presente gestión. Por ejemplo, en los viejes que hacíamos a otras ciudades, nos tocó dormir hasta en el piso, incluso compar-tir cama con otros compañeros. A veces, no teníamos ni agua. A pesar de todas esas cosas, nos unimos como grupo, como plantel para afrontar esta difícil situación. Buscamos el apoyo entre nosotros para salir adelante”, manifestó.
Sin embargo, ponderó el cariño de algunos aficionados que siempre hicieron sentir su apoyo incondicional ante toda situación.
“Agradecer el apoyo de los hinchas, que nos apoyan en los peores momentos, con grandes o pequeños detalles, que siempre valoramos. Nos ayudaron con aguas, almuerzos… cada desprendimiento siempre fue bienvenido”, dijo con tono de agradecimiento.
SIN SUELDOS ENTRE 10 Y 15 MESES
Si bien, la realidad de cada jugador en el club es distinta, debido al tiempo en el que permanecen en el club. Lo real es que el grupo de futbolistas está sin cobrar salarios entre 10 y 15 meses. La misma o peor situación es la que vienen los administra-tivos, cuerpo médico, utilería, y demás.
“La situación económica varía de jugador a jugador. Los que estuvimos en anteriores gestiones, se nos adeuda entre 10 hasta 15 meses, y los que llegaron esta gestión, entre 8 meses o más. Ni que hablar de los administrativos: utileros, médi-cos, fisioterapeutas, les adeudan 15 meses o más. Es muy triste, porque para algunos San José es su sustento de vida”, remarcó.
Luego, comentó que los jugadores afrontan esta dura realidad con mucha valentía y amor por la camiseta santa.
“La realidad de cada jugador es distinta, la verdad, es admirable porque tienen familias detrás de ellos. Los que no son de Oruro tiene gastos diarios: pasajes, alquileres, alimentación, y a pesar de ello, siguen dando la cara por el club”, enfatizó.
Entretanto, el capitán santo fue sincero y reconoció que hubo momentos tan cruciales dentro la interna del grupo, que los llevó a pensar en no presentarse a los partidos. Sin embargo, tras meditar con los mismos, decidieron “poner el pecho a las balas”, con mucha gallardía.
“En algunas ocasiones, el tema económico fue tan duro, que muchos de nuestros compañeros ya no contaban con el sus-tento para seguir en Oruro, porque ya no tenían ni para pasajes para ir al complejo o para su alimentación diaria. Nos po-níamos en lugar de ellos, y es difícil sobrellevar de esa forma los partidos. A pesar de todo, nos apoyamos y encontrábamos las fuerzas para seguir defendiendo los colores de esta camiseta que tanto queremos”, indicó.
Futuro incierto
San José sólo sumó un punto, hasta la fecha 25 del torneo, producto de un empate en caso contra Real Potosí. Cuenta con -11 puntos debido a las impugnaciones de deudas pasadas. Deportivamente está descendido y de no pagar sus deudas, seguirá con la sanción de no poder habilitar jugadores hasta en la categoría inferior.
Ante este panorama, el futuro que se pinta para el Santo es muy incierto.
“No sabemos bien lo que vaya a pasar en el futuro, estamos con mucha incertidumbre de ver que le depara al club. Esperemos que venga gente honesta, que quiera ayudar al club para que san José vuelva al lugar que le corresponde”.