Mamá Inés dejó la presidencia y el Tigre por razones de salud.
SU SALIDA DEL TIGRE dejó corazones partidos. Muchos de los jugadores sintieron su alejamiento. La llamaban Mamá Inés, por cariño, por el cuidado a los jóvenes y porque se mantenía al tanto de muchos de ellos cuidando su disciplina fuera de la cancha, el buen uso de sus dineros y a muchos les recomendaba no olvidar a sus padres.
Por un tema de salud, doña Inés Quispe Vda. de Salinas se alejó definitivamente del club de sus amores.
Antes de dar el paso definitivo reunió a su directorio y les comunicó que primero está su salud y su familia, y presentó su renuncia irrevocable al cargo.
No fue fácil la decisión porque siente que tiene mucho por hacer para ver cada día más grande a la entidad decana del fútbol paceño gracias a un plan macro que diseñó junto a su esposo, César Salinas, quien asumió la titularidad del Tigre en 2014, cuatro años después asumió la presidencia del fútbol boliviano hasta 2020, cuando el 19 de julio falleció víctima del Covid-19.
Doña Inés lo relevó en el puesto del Tigre el 2 de julio de 2019, tras ser aclamada presidenta en un hecho histórico ya fue la primera mujer que tomó el mando de un club profesional.
Su gestión comenzó con fuerza con un respaldo unánime, con importantes logros deportivos; el último, la clasificación a la Copa Libertadores 2021.
Ella también se contagió de Covid-19, pero salvó el momento crítico y se puso nuevamente en la vía del servicio a la familia y a la comunidad.
Pasó el tiempo y sintió la ausencia de Don César, su principal apoyo y respaldo para desarrollar sus emprendimientos personales y familiares, que a poco deterioraron su salud.
Las ganas de seguir al frente del Tigre estaban latentes y firmes, y eso le permitió invertir un fuerte capital para armar un equipo competitivo y con aspiraciones de ganar en la Copa Libertadores y el torneo Profesional.
Las molestias en su cuerpo se acrecentaron y los dolores musculares frecuentes, generaron preocupación por encima de las buenas intenciones.
La próxima medida y urgente es cuidar la salud, porque los que más la necesitan son sus hijos, familiares y su entorno empresarial, que contra su buena voluntad la obligan a elegir el camino del descanso y de los rigurosos controles médicos antes que la pasión por el fútbol.
Una opción era dejar la presidencia en manos de su hija María Eugenia, pero al ser su mano derecha en todas las actividades, la posta se la dejó al vicepresidente Ronald Crespo, que completará la gestión de la familia Salinas al frente de The Strongest, que termina en octubre 2021, cuando elija un nuevo presidente.
El club goza de una buena salud económica gracias a una buena administración de los Salinas, con pocas deudas y un colchón financiero de tres millones de dólares por su clasificación a la Copa Libertadores.
Así terminó un ciclo de 7 años de los Salinas en el Tigre, con la sentida salida de doña Inés, la mamá Inés. (RG)
GRACIAS
Gracias a César Salinas y su esposa Inés Quispe por los años de dedicación a The Strongest, y por su contribución económica al popular club de La Paz.
Gracias por haber mantenido la infraestructura y trabajos realizados en el complejo deportivo de Achumani, el más grande de Bolivia.
Gracias al plantel de jugadores y cuerpo técnico por reconocer el esfuerzo de una dama para cumplir con su palabra empeñada y por llamarla «Mamá Inés» como señal de agradecimiento.
Gracias a César Salinas por tener aguante al regionalismo y desprecio de otros dirigentes del fútbol nacional.
Gracias a César e Inés, de raíces aymaras, por haber presidido The Strongest; reafirmando con ello que el Tigre es un club de todos. (Mario Roque Cayoja)