La crisis de San José, lejos de encontrar soluciones, se agrava con el paso de los días. Ya no solamente se habla de unas deudas que asfixian la gestión económica y deportiva. Las palabras ‘quiebra’, ‘descenso’ y ‘desaparición del club’ son cada vez más frecuentes para referirse al panorama que se viene.
Lo del equipo ‘santo’ refleja una triste realidad y un incierto futuro. Es una bomba de tiempo, que se viene armando temporada tras temporada, desde hace más de una década, con diversos componentes, como la mala administración de los fondos, erróneas decisiones deportivas, algunos capítulos de corrupción hay que decirlo, lo que incluso ha degenerado en la falta de confianza de antiguos y potenciales patrocinadores.
Es una pena que un equipo con tantos pergaminos, que ha tenido páginas gloriosas en la competencia nacional y reconocimiento por buenas campañas en la Copa Libertadores de América, sufra ahora tan duro golpe a su imagen y su desarrollo institucional, máxime si se trata del único representante en la división profesional de una ciudad histórica y que es seguido por migrantes en todo el territorio nacional e incluso desde el extranjero.
Una de las opciones para encontrar una solución, planteamos desde Viva Sports, es dejar el club en manos de un directorio interinstitucional y de personajes notables, con integrantes que puedan contar tanto con la capacidad de gestión como con el reconocimiento de un accionar responsable y ético, para sacar a San José de este pozo institucional que amenaza ya no solo con prolongar un mal pasar a nivel de resultados deportivos sino que pone en peligro su existencia misma.
Un directorio interinstitucional es una receta que al menos en el fútbol boliviano ha tenido buenos antecedentes, pues ha permitido a otros clubes, con similar figura de crisis y ser el único representante liguero de la ciudad, contar con directivos con respetable perfil profesional y/o buena y transparente gestión en sus respectivas instituciones que consiguieron rectificar el rumbo en escenarios catastróficos como este.
Por el bien de San José, por el bien del fútbol boliviano que no debe sufrir la salida de ningún club por la puerta trasera, es hora de que las fuerzas vivas de Oruro salven al club de la ‘V azulada’. El agradecimiento será tan memorable como infinito.